"Será muy lento recuperar la bohemia porteña"
Nixa Olivares, propietaria de La Piedra Feliz, debió acogerse a la ley de protección del empleo con sus 20 trabajadores.
Aunque pretende dar la pelea hasta el final, Nixa Olivares, la actual dueña del tradicional bar La Piedra Feliz, está con sentimientos encontrados: desea seguir con su local, pero analiza el escenario de hoy y cree que el futuro de la bohemia porteña será más parecido a un "after office" que al tradicional carrete porteño que duraba hasta que amanecía.
"Me hice cargo de la Piedra en agosto del 2018. En ese entonces las cosas funcionaban relativamente bien y se podía mantener el local, sin embargo, tras la contingencia social tuvimos que cerrar y pese a que el local no resultó con daños, varias veces nos entraron a robar", confiesa Olivares. Despues de octubre, la situación empeoró; para Año Nuevo el tema no prendió y pese a que algo se pudo hacer en los meses de verano, la pandemia vino a hundir más todo.
"En enero y febrero logré mantener las finanzas al día, pero no se podía ahorrar ni generar recursos extras para emergencias (...) obtuve un proyecto en Sercotec (capital empresa) y debí pedir por adelantado parte del dinero. Me conseguí 3 de los 8 millones que me iban a dar para poder quedar al día en los balances que me pedían en la entidad pública y tras el pago volví al sistema del día a día", sostiene la empresaria, quien tuvo que acogerse a la ley de protección del empleo y sus 20 trabajadores cobran cesantía en la AFC.
After office
La Piedra Feliz comenzó hace 27 años en el actual edificio que hoy se mantiene. Primero con un pequeño local, para luego extenderse a todo el edificio, incluyendo la construcción de un piso extra, donde se instaló un restaurante. Nixa Olivares, con experiencia en el rubro culinario diario, expresa que ni siquiera ha querido acercarse a un banco para pedir un préstamo. "Sé que nos van a golpear con la puerta en la cara, ya sea por una deuda o atraso. Siento que el gobierno no nos está ayudando con nada, igualmente mantengo las ganas de reabrir, pero me pregunto de qué foma vamos a hacerlo. Lo más probable es que debamos seguir con distanciamiento social y qué les digo a mis fieles clientes de la noche y a todos aquellos que les gusta bailar y escuchar música en vivo que no podrán juntarse", reflexiona Olivares, quien también piensa en los músicos y artistas en general que no podrán asistir. "Incluso los programas con Thelmo Aguilar no se pueden hacer. Es un drama nacional y mundial. No puedo ayudar a nadie, pero lo que debemos hacer es ayudarnos entre todos".
En julio se acaba el pago de los dineros de la AFC y en el caso de la Piedra Feliz no sabe que va a pasar. A Olivares le ronda la idea de que no habrá mayor reactivación y lamentablemente cada empresario deberá hacer lo que pueda
"Yo veo muy lenta y dificil la recuperación de la bohemia porteña, pienso que más bien lo que viene será algo así como un after office, donde el público podrá compartir hasta las 01.00 de la mañana, dependiendo de los toque de queda y otras restricciones".
Historia
El inmueble donde está ubicado el bar en calle Errazuriz de Valparaíso, corresponde aproximadamente al año 1914, cuando inmigrantes italianos levantaron la construcción y le dieron el nombre de la localidad donde procedían, La Spezzia, ciudad de la región de Liguria, en el norte de Italia. El bar lleva 27 años en dicha ubicación y posee restorán y centro de eventos.