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La solitaria lucha de una madre y sus dos hijos que son COVID positivo

La solidaridad de unos vecinos les ha permitido alimentarse. Denuncia que no ha tenido supervisión médica.
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Priscilla Barrera Ll.

El caso de J.E. de 33 años hace doler el alma y cuestionar el adecuado funcionamiento de la llamada vigilancia epidemiológica. La mujer que por razones obvias pide reservar su identidad, vive el escenario que ninguna madre quisiera enfrentar: ella y sus dos hijos de 12 años y 10 meses de edad, se encuentran contagiados con COVID-19.

Distinto a lo que pudiera esperarse ante un caso tan dramático, nadie está cuidando de ellos. Ha sido la madre, quien pese a estar igualmente enferma, a duras penas e intentando sacar fuerzas de flaqueza, se levanta cada día para intentar hacer llevaderos los efectos del virus en sus pequeños.

J.E. cuenta que fue su hijo de 12 años quien tras presentar un cuadro febril fue diagnosticado como COVID positivo el pasado 17 de mayo en el Hospital de Quilpué. Dos días después, el 19, su pequeña de tan solo 10 meses, era diagnosticada con la enfermedad en el mismo centro asistencial. Debido a que la pequeña saturaba muy poco, J.E. creyó que la niña quedaría hospitalizada, sin embargo, lograron estabilizarla y la enviaron a su domicilio. Ella fue la última en ser diagnosticada - el 26 de mayo, tras ser sometida al examen PCR en su domicilio por parte de personal del Consultorio El Belloto. Desde el 19 de mayo nunca más volvió a salir de su casa.

Solos

"Estamos solitos los tres en la casa. Nadie ha venido a vernos, a tomarnos nuestros signos vitales, a entregarnos algún protocolo de cuidado, algún tratamiento, nada. Loque quiero es que nos examinen, que nos den un tratamiento", precisó esta joven, quien se mantiene encerrada para no contagiar a nadie más.

Lo incomprensible de este caso es que en todo este tiempo, según asegura la joven, no ha tenido ni siquiera un llamado telefónico por parte de la autoridad sanitaria. "Yo tomo paracetamol, a los niños les hago infusiones con eucaliptus para sanitizar un poco el aire. Los niños han manifestado taquicardias y la más pequeña inapetencia".

Desde la autoridad sanitaria señalan que "cada caso positivo tiene un llamado de informe de su resultado de examen positivo, se verifica su domicilio y estado de salud. Se le llama una segunda vez para la aplicación de encuesta epidemiológica donde se recogen datos de primeros síntomas, trazabilidad de su contagio y los contactos estrechos", detallan.

Lo insólito es que a pesar de que el procedimiento así lo indica - "periódicamente se verifica estado de salud, con llamados diarios. También se llama a las personas cercanas a su fecha de alta para orientarlos sobre el alta realizada por el médico y se les pide su certificado para sacarlos del sistema de vigilancia" - en todo este tiempo la paciente ni sus hijos han tenido contacto alguno con algún profesional de la salud.

Sobre el caso particular, desde la Seremi se excusaron de emitir declaraciones "para no vulnerar la Ley de derecho y deberes de los pacientes". No obstante, indicaron que tras conocer de este caso por intermedio de este diario, tomarán contacto con la afectada.

Jóvenes de Viña del Mar varados en Honduras tomaron vuelo de regreso

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Finaliza la pesadilla de los jóvenes de Viña del Mar atrapados en Honduras por más de dos meses, pues finalmente se pudo solucionar las trabas burocráticas que obstaculizaban su regreso al país.

Cabe recordar que Eduardo González y Franco Moraga, estaban varados en la Isla de Roatán en Honduras, por una ordenanza que prohibía la entrada o salida de personas, a causa de la pandemia del coronavirus.

Los jóvenes estuvieron alrededor de 70 días atrapados. Durante las últimas semanas, el consulado de Chile en Tegucigalpa, gestionó los trámites para poder subirlos a un avión de vuelta a Chile.

Al cierre de esta edición estaban viajando hacia Chile. Se estima que el día de hoy aterrice el vuelo.

"Estoy satisfecho de que Eduardo y Franco hayan comenzado su viaje de retorno a Chile, luego de nuestros insistentes oficios pidiendo la intervención del Ministerio de Relaciones Exteriores porque no sólo estaban expuestos al COVID-19 en un país desconocido, sino que también al Dengue que afectaba a la Isla de Roatán", señaló el diputado Andrés Celis, quien ha seguido el caso de cerca.

Celis agregó que "tenemos entendido que este martes en la noche, si todo sale bien, los jóvenes podrían estar en piso chileno, lo que calmará estos días de angustia que tuvieron que vivir la familia. Sin duda este resultado nos da tranquilidad, pero es importante destacar que hay muchos chilenos intentando retornar a nuestro país, lo que se les ha imposibilitado por las restricciones sanitarias a raíz de la pandemia y vamos a continuar luchando porque eso suceda, como también para que quienes necesiten retornar desde Chile a sus países de origen, lo puedan realizar".