Política de hospitalidad
El covid-19 en Chile ha puesto en evidencia la precariedad de las condiciones de vida de la población en situación irregular, vulnerabilidad y precariedad que se agudizan tras la toma de decisiones erráticas en materia migratoria. ¿Era necesario poner urgencia a un proyecto de ley migratoria en medio de la crisis sanitaria y estado de excepción constitucional? En el momento actual, este debate no hace más que exponer a la población migrante a la exclusión y a discursos racistas y propende al 'temor al otro' extranjero. Por otra parte, el cierre de las fronteras marítimas, terrestres y aéreas ha impactado profundamente la vida de las personas migrantes. Familias bolivianas, peruanas y venezolanas acampando días fuera de sus consulados, esperando un retorno humanitario pero forzoso, exponiéndose a enfermar y a ser sancionados socialmente por no respetar la consigna del 'quédate en casa'. Las medidas de confinamiento y cuarentena limitan la atención presencial de entidades vinculadas a sus trámites migratorios, por ejemplo el estampado de una visa en el pasaporte por parte de la Policía de Investigaciones. En este sentido, creemos urgente un proceso de regularización migratoria como medida concreta. Hacerlo posibilitaría el acceso a un Rol Único Nacional, abriendo la puerta al Registro Social de Hogares como mecanismo de acceso a todos los dispositivos de protección social que se activan ante situaciones de riesgo o crisis. No debemos olvidar que en esta crisis familias completas están en potencial situación de calle, sostenidas únicamente por una sociedad civil que las acoge en sus ollas comunes y comedores populares. En vista de ello, creemos necesario y urgente interpelar al Estado y a la política pública desde el Derecho y la Solidaridad, exigiendo una acción política de 'hospitalidad incondicional', abriendo así la posibilidad de una existencia sociopolítica concreta en la construcción de acogida y de convivencia, generando nuevas narrativas de confianza, fundamentales para configurar en nuestro país un por-venir hospitalario.
¿Y la calidad, señores Constitucionalistas?
Habría sido muy interesante y oportuno, que entre las preocupaciones de los abogados constitucionalistas, señores Jorge Correa Sutil, Patricio Zapata, Gabriel Osorio. Francisco Zúñiga y Fernando Atria, en relación a los alcances del proyecto que limita la reelección de autoridades públicas, diputados, senadores, gobernadores regionales, CORES, alcaldes y concejales, y más precisamente de quienes podrían ser ó no candidatos en próximas elecciones, hubieran incluido también sus documentadas opiniones y posiciones con respecto a los escuálidos requisitos que hoy se les exigen a todos los candidatos a los cargos que a ellos tanto les preocupan...
Si la cantidad de candidatos que se podrían reelegir les preocupa a los señores constitucionalistas citados, es oportuno decir por su parte, que para los electores, es muchísima más importante la CALIDAD e idoneidad de los futuros candidatos (nuevos y vigentes), las encuestas, la alta abstención, la irresolución, la sordera, el descrédito de la Familia Política, que culminaron con el estallido social, etcétera, les pueden confirmar esta posición.
Antes que CANTIDAD, CALIDAD...
Ingrid Robert Calisto y Rodrigo Cortés Mancilla
Académicos Trabajo Social
Universidad Andrés Bello
Luis Enrique Soler Milla