El rostro de quienes esperan por ayuda social
Los informes diarios que emanan de la autoridad en el contexto de la pandemia dan cuenta de cifras, números a los que nunca vemos.
Vergüenza, impotencia, rabia, los sentimientos se entremezclan entre quienes llegan hasta las oficinas de la Dirección de Desarrollo Comunitario, Dideco de Viña del Mar a pedir alguna ayuda a la que por su condición económica y social puedan optar. Algunos llegan por primera vez. En el contexto de la pandemia perdieron sus trabajos, los ingresos desaparecieron y las necesidades parecieron multiplicarse.
Algunos no han podido pagar sus cuentas, mucho menos sus arriendos...varios admiten que han pasado hambre y que vencieron la vergüenza que les daba ir a hacer la fila afuera de la Dideco solo para no seguir viendo sufrir a sus hijos.
Porque en cada persona que está en la fila - fila que comienza cerca de las 6 de la mañana - hay una historia detrás, una historia con nombre y apellido cuyas necesidades son urgentes y que requieren de respuestas concretas que no siempre han llegado.
Historias
"Estoy esperando para poder actualizar la ficha de protección social. Llegué como a las 7 de la mañana. Me pidieron el carné y estoy esperando que me llamen. No había actualizado la ficha pero quedé sin trabajo y espero poder optar a algún beneficio. Yo trabajaba haciendo el aseo en un colegio", comenta Giovanna Márquez de Nueva Aurora mientras espera a que la llamen.
Bélgica Sánchez llegó junto a su esposo a la Dideco porque a pesar de estar viviendo muchas necesidades, no ha recibido ningún beneficio social.
"Somos del grupo más vulnerable. Tengo 3 hijos, 4 nietos, mi hija se separó. Hemos venido a la municipalidad por ayuda, pero nada. Hemos suplicado por alguna ayuda. Queremos hacer cuarentena, pero no podemos dejar de trabajar. La realidad en los cerros no se ve, pero hay mucha gente contagiada", comentó esta vecina del Paradero 8 de Achupallas.
Junto a su pareja cuenta que no solo los angustia su propia realidad, sino que también la que viven las familias que viven en la toma del sector El Peumo, cerca del consultorio, donde, aseguran, están sin agua y desesperados por ayuda.
Maritza Nahuelhuen intentó 5 veces hacer por internet la actualización de su ficha social de hogares pero no lo logró. Se vio en la obligación d concurrir presencialmente pues se encuentra sin trabajo y espera poder acceder a algún beneficio.