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La nueva vida del peruano Eloy Ortiz, exdelantero del Decano

El artillero vistió la camiseta de Wanderers en la temporada de 1988. Pese a su breve paso, el incaico se enamoró de Valparaíso, lugar en que hoy vive junto a su esposa, manejando sus negocios y dedicándose a la crianza de animales.
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Nicolás Arancibia Bórquez

Pese a que solo vistió los colores del Decano en la temporada de 1988, el peruano Eloy Ortiz es recordado con cariño por los hinchas de Santiago Wanderers. El exdelantero, que se caracterizaba por su habilidad y buena llegada con el gol, hoy tiene 59 años, y gracias al dinero que ganó en su carrera hoy vive de sus negocios y disfruta de la crianza de animales en un terreno que posee en Laguna Verde.

"Tengo un espacio bien grandecito y cómodo acá en Laguna Verde, donde estamos pasando la cuarentena. Yo y mi familia estamos bien, pero con harto trabajo, porque mantenemos aquí algunos animalitos, gallinitas, corderitos, de todo; nos entretenemos bastante, tratando de pasar esta pandemia que lamentablemente nos ha golpeado a todos", sostuvo el oriundo de Lima, quien también se dedica a la venta de productos naturales, negocio que hoy está en pausa producto del brote de COVID-19.

Ortiz salió de las inferiores del Sporting Cristal, y tras pasos por algunos clubes de su país natal, acabó realizando la mayor parte de su carrera en Chile, aunque solo militó en el fútbol de ascenso.

"Antes de Wanderers venía de Antofagasta, me había operado de meniscos, entonces en los primeros partidos que jugué acá en Valparaíso, se me empezó inflamar la rodilla, porque no me sacaron el menisco completo, me sacaron la mitad, entonces me tuve que operar nuevamente. Después, cuando me recupero, empiezo a jugar y a demostrar el por qué me habían traído, empiezo a hacer goles, a ser figura en el equipo, pero lamentablemente después ocurrieron muchas irregularidades en la conducción del club, porque el presidente de aquella época las quería hacer todas", recuerda el habilidoso expuntero, añadiendo que "sacaron del equipo a 'Clavito' Godoy, a Manuel Baeza y me fui yo, siendo que el equipo estaba 10 puntos arriba en una liguilla para subir a Primera, imagínate, no puedes estar cortando jugadores y entrenadores con esos números, pero así sucedió, y fue lamentable, porque ese plantel estaba lleno de jugadores que cometieron muchas faltas pero no les pasó nada, la agarraron con los más débiles para echarles toda la culpa".

Hasta el día de hoy, el tío del volante Joao Ortiz lamenta su abrupta salida del Decano, asegurando que "no quise jugar en Perú otra vez, y eso que venía de jugar en Primera División, fui campeón con Sporting Cristal, estuve en Copa Libertadores, jugando en el estadio de River Plate a los 18 años. Yo venía a hacerme un nombre en Chile, pero lamentablemente ese año en Wanderers me marcó, porque la salida no fue muy buena, y después pasé por Calera, con un grupo pequeño de jugares jóvenes. La gente de Wanderers siempre me recuerda porque con Calera siempre les ganábamos conmigo haciéndoles goles, yo estaba de capitán, jugaba en Calera pero vivía en Valparaíso, porque me quedó gustando esta hermosa ciudad. Después me fui al Audax, donde estuve unas tres temporadas, tras ello me fui a Arica muchos años. Siempre mis pasos por los clubes fueron largos, entonces lamento que mi estadía en Wanderers haya sido tan fugaz, porque yo pintaba para equipos grandes, solo estuve un año y me dio mucha pena, porque la gente me quería muchísimo".

En la misma línea, el limeño recalca que "el hincha no es tonto, ellos pusieron un lienzo que decía que no podía ser que hayan sacado jugadores si los que se tenían que ir eran esos dirigentes tales por cuales. Los que manejan el fútbol, lamentablemente, a veces te ensucian, y a mí me costó hacerme un nombre, me fui quedando. Yo a Wanderers lo veía como un trampolín, es el Decano del fútbol chileno, pensé que aquí podía dar el salto, poder llegar a la selección, si hasta estuve dentro de la lista de jugadores que inscribieron para el Mundial de España 82. También fui muy tozudo, porque no quise devolverme a Perú o irme a jugar a Argentina, Bolivia o Uruguay, porque ya estaba armando mi familia acá".

Su gol olímpico

En la retina de los hinchas wanderinos que vieron jugar a Ortiz, quedó marcado el gol olímpico que le convirtió a Ovalle en Playa Ancha. Más de 30 años han pasado desde aquella gesta, pero el porteño de raigambre todavía recuerda perfectamente la jugada. "Yo venía recuperado de mi lesión de meniscos, soy derecho y me sacaron los meniscos de esa misma pierna, así que empecé a jugar por la banda izquierda, como puntero, lo que me permitió desarrollar los dos perfiles. Le hice el gol olímpico a Ovalle en el arco que da para Escuela Naval, aprovechando que el viento soplaba de sur a norte. Lo hice con la derecha. Después, al mismo Ovalle, le hice otro gol con la izquierda", recordó.

nicolas.arancibia@estrellavalpo.cl