"El tranque La Luz se ha recuperado con las lluvias"
El entrenador del equipo criollo llamó a entregarle un voto de confianza a la empresa Esval, que a contar del 30 de mayo dejó de extraer agua del sitio que él mismo denomina como la mejor pista de remo de toda Sudamérica.
Sofía Navarro Martínez
Si bien las precipitaciones de las últimas semanas causaron estragos en algunas comunas de la región, también fueron vistas como un verdadero milagro para los representantes del remo nacional, que desde marzo han debido lidiar con la sequía y la extracción del agua en el tranque La Luz por parte de Esval. En todo este conflicto, el entrenador de la selección, Bienvenido Front, ha actuado como fiscalizador, mediador y defensor de la que define la mejor pista de Sudamérica.
Aunque la naturaleza da un respiro, el head coach del conjunto criollo confía y espera que no se mate el deporte para las futuras generaciones. En paralelo, anima a sus pupilos a pensar con tranquilidad, contando los días para lo que será el reencuentro con su familia en su natal España.
-Dadas las precipitaciones que se registraron las últimas semanas ¿cuál es la situación actual del tranque?
-Desde el 30 de mayo Esval dejó de extraer agua y tuvimos la suerte que llovió en las últimas dos semanas. Con las precipitaciones el tranque se ha recuperado bastante, a fines de mayo calculamos una baja de 90 centímetros y con la lluvia se recuperó a la mitad, si bien no estará a tope, será aceptable. A eso se suma que Esval nos aclaró que se estudian otros lugares para extraer agua como lo son Peñuelas y Los Aromos. Con eso, el tranque La Luz sería su última opción.
-¿Confía en la palabra de Esval respecto a que no sacarán más agua del tranque?
-Siempre digo que a la gente hay que darle un voto de confianza. Estábamos muy contentos porque Esval dijo que dejaría de extraer agua y lo cumplió, pero también en su minuto sacó más de lo previsto -cerca de 20 centímetros extra-. Aún así hay que darles una oportunidad, sino volveremos a la guerra y las cosas no tienen que ser así. Si llueve es bendito para todos, tanto para ellos como para nosotros. Más allá de lo que hagan, tanto la empresa como el estado deben comenzar a trabajar en el futuro, no se puede siempre confiar de la lluvia, debe haber un plan B. Las precipitaciones calman los ánimos de uno y otro pero todos esperamos que exista otra alternativa, creo que no hay motivos para sacar agua de la reserva de Curauma.
-Desde que comenzó la extracción alzó la voz por el remo local y su defensa al tranque ¿Qué lo mueve en todo esto?
-He luchado y peleado mucho con la gente de Esval por defender algo, no solo pensando en los chicos de la selección, porque ellos siempre tendrán ayuda del comité olímpico o el ministerio del Deporte, ya que pueden llevarlos a Valdivia o Concepción, les pasarán botes y en 24 horas estarán entrenando con toda la normalidad del mundo. A mi me preocupa que en esta región el deporte ha tenido un cambio tremendo en los últimos años y si la situación empeora, se podría dejar a 300 niños sin remar, eso me preocupa más que el equipo nacional. En las inferiores hay gente muy buena que se destaca mucho, y valdría la pena luchar por ellos, mención aparte a defender la mejor pista que existe en Sudamérica.
-¿Hay diálogo por parte de la empresa para encontrar una solución más allá de ver otras opciones?
-Estoy todo el día hablando por whatsapp, entiendo la situación y ellos entienden la mía. Nosotros presionamos para que no saquen agua y ellos dando a entender que no actuarán por capricho sino por necesidad, discutimos, pero al final la madre lluvia nos pone contentos a todos y está apareciendo después de muchos años. Esa es la mejor solución.
-Más allá del escenario actual ¿hay una presión extra por Santiago 2023 para que Curauma sea el lugar de competencia de remo?
-Es la plaza ideal y siempre fue mi opción, a pesar de que por la sequía no se podía garantizar. En Santiago 2023 se debe apostar por esta labor y aguantar lo que sea posible, es la mejor pista de toda Sudamérica sin lugar a dudas. Hay que aprovecharla y ojalá que Esval cumpla con lo que dice.
-Con su familia en España y las medidas más estrictas en la región ¿cómo ha lidiado este tiempo de encierro?
-Llevo nueve meses sin ver a mi familia, espero poder viajar el próximo 6 de julio. Tenía previsto ir en abril pero no me queda otra que aceptarlo. No es culpa de la compañía aérea ni del piloto, son las circunstancias a las que te tienes que adaptar, iría a verlos y regresaré en agosto. Aquí tengo harto trabajo e ilusión para clasificar a la gente a los Juegos Olímpicos y hacer un espectacular 2023.
-En el ámbito deportivo, ¿de qué forma se trabaja con la cuarentena total y otros aspectos como la ansiedad y no perder el ritmo físico?
-Nos estamos adaptando, siempre le digo a los chicos que esta situación no depende de nosotros. El mejor remedio es no perder el tiempo en quejarnos, es algo mundial y cada uno ha tenido que manejarlo de la mejor manera. Hemos hecho muchas actividades, hasta el viernes pasado antes de la cuarentena total, pudimos remar con los cuidados y tomando las medidas correspondientes. El CEO lo cerraron y los chicos se quedaron en un departamento, las chicas en otro y entrenan con sus ergómetros. Les digo que así como a nuestros abuelos les tocó ir a la guerra, a nosotros nos dicen que quedemos en casa. En cuanto a las rutinas, los deportistas se fueron a sus casas hace cuatro semanas, volvieron los primeros días de mayo porque podíamos remar y la parte física se hacía en casa. Desde el sábado por la mañana no fuimos más al CEO, tenemos entrenamientos vía zoom y así ellos también aprovechan de estudiar. No hay nada muy urgente en el calendario, por lo que podemos tomarnos las cosas con tranquilidad.
-Producto de la pandemia, los Juegos Olímpicos de Tokio se postergaron un año ¿de qué forma este tiempo extra beneficia a los remeros nacionales?
-Ha sido positivo porque somos un equipo muy joven que va entre los 20 y 22 años. Siempre decíamos, ojalá tener un año más, pero claro, cuando tienes tres años, te gustaría tener cuatro, cuando tienes cuatro te gustaría tener cinco y así. Tendremos un año más y esperamos mejorar, no le veo para nada negativo pensando en que es un equipo joven, sí puede perjudicar para quienes tienen cerca de 27 años, porque ellos podrían pensar en que se les escapa un ciclo. Con este aplazamiento cambiamos el chip y nos dedicamos a entrenar, no pasa nada. Solo ver cómo avanza la cosa, ser fuertes y lo importante es que nadie se enferme, hacer caso a las indicaciones y ya está. Todo pasará y como siempre repito, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante. Eso sí, pasaría más rápido si la gente tomara conciencia.
-El remo tuvo una muy buena participación en Lima 2019 ¿con qué expectativas llegará la selección nacional a Tokio?
-A nivel de Juegos Olímpicos, he estado presente en todos, ahora también estaremos, sin ninguna duda. Los juegos para este equipo quedan un tanto justos porque nuestro deporte requiere madurez y rendimiento deportivo, lo que podría darse en Santiago 2023 o París 2024, apostaría que esos dos años serán muy bueno para el remo chileno. Los chicos llevan años trabajando, han hecho un proceso con buenos resultados, creo que sucederán cosas muy bonitas para el remo y deporte chileno.
-Entre las exponentes locales aparece Isidora Niemeyer, ¿proyecta entonces que ella podría tener más chances en un largo plazo?
-Isidora tiene 18 años. Los finalistas olímpicos siempre están cerca de los 29 años. Hay muchas opciones que pueda clasificar a Tokio, será una gran experiencia, pero no hay que olvidar que llegó al Panamericano con 17 años y tiene un futuro por delante tremendo, la clave del proceso es no tener prisa. Todo lo que ha conseguido es porque es talentosa, tiene un recorrido para muchos años más, le espera un futuro tremendo. En otro caso, las hermanas Abraham tienen 22 años y mucha gente está por debajo de esa edad, a excepción de Oscar Vásquez. A las chicas les quedan ocho años muy buenos. Si sabemos hacerlo bien y mantenemos ilusionada a la gente, pueden pasar cosas muy bonitas en 2023 y 2024, de ahí para arriba, porque esta gente tiene para dos o tres ciclos sin problemas. Como equipo nacional, tenemos la idea de clasificar con dos o tres botes a los Juegos Olímpicos, dos sería bueno y tres un éxito, luego seguir preparando el gran objetivo, que son los juegos Panamericanos de Santiago, esa es la primera meta para luego ver para adelante.
-El equipo de remo siempre se ha visto unido ¿mantienen alguna fórmula para conservar esos lazos pese al encierro?
-Los chicos que estaban en Curauma hablan con nosotros y cada fin de semana tenemos una actividad con los más pequeños por Zoom. Hace un tiempo hicimos un campeonato de ergómetro con simulador y hubo más de 320 participantes desde sus casas, fue una tremenda ilusión para todos ver que la gente mantenía las ganas de remar. A eso se le suma un acompañamiento, en lo personal envío mensajes y los remeros seleccionados tienen a siete menores a cargo que saludan y a quienes alientan a estudiar. Estamos haciendo las cosas bien, para mantenernos unidos y que los niños tengan de cerca a sus referentes.
-¿Se ha dado alguna anécdota que pueda destacar en estas interacciones?
-Para un torneo de ergómetro, un niño de Concepción no quería participar, por un dirigente supimos que su ídolo es Óscar Vásquez, lo llamé y al rato lo contactó para motivarlo, el resultado fue que apareció en la competencia, así pasa, la idea es estar en línea y jugar un poco con la imaginación para poder aguantar este chaparrón, somos una gran familia. Sabemos que son tiempos duros, he hablado con juveniles y me han dicho que no están bien en estudios o que la familia estaba preocupada. Para un chico de 12, aunque no lo parezca o no lo sepamos ver, lo que está ocurriendo es una preocupación, por eso también enviamos tareas como abrazar a quienes están en casa o llamar a los abuelos.
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