Un culebrón a la italiana

Voy a partir esta reseña haciendo una confesión: fui una víctima de la publicidad engañosa. Llegué a la serie "Il secreti de Borgo Larici" guiada por una dudosa premisa, repetida por varios medios europeos tras el estreno de este drama histórico: "Es la versión italiana de Downton Abbey". Y como soy fanática de la serie inglesa, caí redondita...

"Los secretos de Borgo Larici", disponible en Amazon, solo tiene en común con la magnífica "Downton Abbey" la época en que se ambienta -los años '20- y el hecho de que la trama gira en torno a una familia rica y de larga estirpe, con sus correspondientes lujos.

En todo lo demás (guion, actuaciones, ambientación, originalidad, producción), la comparación se hace insostenible.

Haciendo a un lado esta odiosa imprecisión y rebajando las expectativas, podemos disfrutar de una serie que, sin ser una obra maestra, de todas maneras entretiene.

"El secreto de Borgo Larici", miniserie en 7 capítulos de hora y media de duración, tiene como protagonista a la familia Sormani, un clan muy rico, dueño de una rentable empresa textil, de una hermosa villa y, hay que decirlo, incluso del mismo pueblo de Borgo Larici. Son a la vez benefactores y autoridad en la población, donde todos le responden al capo de la familia, el "nono", un hombre frío y despótico, capaz de hacer todo por el dinero y el poder. La llegada desde París de uno de los herederos, el joven y apuesto Francesco, desestabilizará el universo familiar, por dos razones: Francesco desea descubrir el misterio tras la muerte de su madre y se enamora de una muchacha del pueblo, de ideas socialistas y bastante liberada para la época, quien será el dolor de cabeza del patriarca y su tropa de rufianes fascistas.

La serie es un culebrón en todo el sentido de la palabra, un melodrama en estado puro donde no falta ningún cliché: muertos que no estaban muertos, pérdidas de memoria, amores imposibles entre pobres y ricos, falsas paternidades, imágenes fantasmales, pasadizos secretos, varios asesinatos y revelaciones de última hora. De tan predecible, la verdad se hace entretenida y si uno no se la toma demasiado en serio, puede disfrutar los rebuscados vericuetos de la trama y obviar los vacíos e inconsistencias de la misma.

Un punto alto es la reconstrucción histórica, muy detallista y bien lograda. La producción no escatimó esfuerzos para dar vida a la pequeña villa italiana, con la casa patronal, la fábrica textil, las viviendas de los obreros y las habitaciones de la servidumbre. El diseño de vestuario es impecable y la fotografía es también destacable. No podemos decir lo mismo del guion, la dirección ni la actuación, pero aún así, "Los secretos de Borgo Larici" puede ser un ameno placer culpable.