Entre la fantasía popular y el debate jurídico se desarrolla nuestra actual discusión constitucional. Lo primero se evidencia cuando no pocos le conceden a la Constitución un carácter mágico según el cual sus deseos y esperanzas se podrán concretar mediante la redacción de una nueva carta fundamental. Lo segundo, aunque necesario, termina por monopolizar lo que entendemos como una "reflexión seria" sobre la materia, limitándola a una cuestión de técnica jurídica, cuando a todas luces se trata de un asunto todavía más complejo.

Pero lo cierto es que, parafraseando a Adenauer, «la Constitución es demasiado importante como para dejársela solo a los constitucionalistas». Todos tenemos el deber de afrontar seriamente la cuestión constitucional sin importar nuestras distintas experiencias, conocimientos o grados académicos, y, por ende, nadie tiene licencia para tomarse este problema a la ligera.

Juan Lagos

Cuando el argumento del Poder Judicial en pleno, ante las críticas de la ciudadanía por una determinada decisión de otorgar la libertad condicional a un condenado, o por una sentencia que consideran exigua por la cuantía del delito, ni hablar, si se trata de un crimen, ó por condenar a ejecutivos de empresas con solo asistencia a clases de ética por coludirse en detrimento de los chilenos por millones de dólares y otro chileno por robarse una gallina y una concha de jabón, de una, lo mandan a la cárcel, por nombrar algunas, es que ellos solo aplican las leyes que están vigentes en nuestro ordenamiento jurídico...

¿Qué está esperando el Poder Legislativo (Senadores y Diputados) para actualizar las leyes, que día a día aplican los jueces en Chile, porque lo justo es justo, a propósito de justicia, al día de hoy, todos los "premiados" se lo llevan los jueces y no quienes tienen la obligación de legislar para dotar al Poder Judicial de las leyes y así pueda impartir justicia, como corresponde, porque s.e.ú o., aún en el Código Penal aparecen condenas por robos de objetos muy característicos de siglos anteriores, como el de una vihuela, absolutamente una burla?

Ojo, mucho ojo, porque los primeros que aparecen para juzgar el desempeño de los jueces, por alguna decisión que a juicio general de la ciudadanía, sería errónea, con duras acusaciones, son los propios legisladores del Congreso, o sea para fraseando un famoso dicho muy popular, es como tener "Al legislador detrás del juez"...

Luis Enrique Soler Milla