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Importaciones desde Alí Babá y falsos permisos funerarios: la compleja trama del plan para blanquear autos robados

Operación "Casa de Papel" logró histórica incautación de patentes falsas. Todo se dirigía desde Laguna Verde.
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Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso

Tras dos años de escuchas telefónicas, informes de inteligencia, vigilancias y seguimientos, se logró la incautación más grande de placas patentes de vehículos falsas registrada hasta ahora, desbaratando una organización que robaba, blanqueaba y vendía autos operando desde la Región de Valparaíso y extendiéndose hacia la Metropolitana y el Biobío.

La denominada operación "Casa de Papel" terminó este mes con 40 vehículos decomisados -la mayoría de alta gama- y casi 60 detenidos entre el 2018 y el 2020. Sin embargo, todo comenzó en 2017, cuando la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos (SEBV) de Valparaíso dio la alerta nacional sobre la aparición de sofisticadas patentes falsas que "cumplían con 7 de las 10 medidas de seguridad" que poseen las originales, contó el capitán Jorge Guzmán, jefe de la SEBV de Valparaíso, quien dijo que "tanta era la perfección" que incluso fueron confundidas con una placa de verdad".

Aquello dio origen a la operación "Ruta Norte", creándose el foco 24 de la Unidad de Análisis Criminal de la Fiscalía Regional, que estableció que una organización criminal robaba y blanqueaba autos para cambiarlos por droga en Bolivia. Hubo 30 autos recuperados en dichas diligencias, pero quedaba saber el origen de las patentes, surgiendo así "Casa de Papel".

Por mar y tierra

Pese a lo prolijo que todo parecía, la SEBV estableció que dichas placas eran traídas a Chile vía marítima y terrestre mediante la web china Alí Baba, donde "uno se crea un perfil de usuario, ingresas y compras", dice Guzmán.

"Necesitaban una declaración de internación nacional y ellos la hacían ideológicamente falsa, vale decir, declaraban que eran placas de aluminio identificatorias, pero no decían que eran vehiculares", relata el capitán, quien explicó que una vez identificado el proveedor se fijó una alerta nacional en Aduanas.

Entre medio, cuenta, "tuvimos que involucrar a la Casa de Moneda para que se pronunciaran sobre si eran falsas o no las patentes y por qué, para perfeccionar la técnica de incautación".

Por otro lado, en el Puerto de San Antonio se dio con una máquina hidráulica para marcar las placas, la que se entregó en Talcahuano, permitiendo llegar hasta un domicilio en el que se detuvo a parte de la banda y decomisó armamento y un laboratorio para la confección del mismo.

El 7 de septiembre y tras una alerta aduanera, junto a la Aduana metropolitana se interceptó el cargamento de mil placas: 500 fueron confiscadas y las otras llegaron a su propietario bajo vigilancia. Fue detenido.

Brazo armado

La investigación arrojó que "el brazo armado" de la organización era el imputado D.E., quien desde Valparaíso coordinaba pagos de $300 mil a menores de edad para que robaran autos por encargo en Santiago.

El blanqueo se llevaba a cabo en Laguna Verde, "un triángulo de las Bermudas" para este tipo de delitos, reconoce el capitán Guzmán. "D.E. usaba un permiso de trabajador de funeraria y con eso iba y volvía entre Santiago y Valparaíso", dice el oficial.

"El día 9 supimos que iban a hacer una venta en Renca, D. viaja desde la costa y de manera paralela en Laguna Verde ingresamos a su domicilio, recuperando autos y unos 150 documentos vehiculares falsos. Toma un ribete importante la Región de Valparaíso porque todo esto era dirigido desde Laguna Verde. Desde acá se logra el decomiso más grande en la historia policial respecto de patentes falsas. Desde Valparaíso logramos cortar el suministro de elementos necesarios para blanquear vehículos a nivel nacional. Es muy importante porque al cortar esta cadena, deberían bajar los delitos violentos de robos de vehículos", concluyó el oficial.