La pandemia disminuyó la producción de chicha, pero esta no escaseó
El andino Manuel Torrejón lleva casi 25 años abasteciendo las fondas de Playa Ancha. Este año su fuerte fueron las botillerías locales y capitalinas.
Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso
Si de chicha se habla, es posible que la de Curacaví sea la primera que se viene a la mente y de eso se ha encargado, en parte, la famosa cueca que describe a la tradicional bebida como "baya y cura'ora".
Sin embargo, la región de Valparaíso no se queda atrás en la producción del brebaje que ocupa las mesas en Fiestas Patrias, pues San Felipe y Los Andes también son testigos del proceso que comienza en abril con las últimas uvas.
Manuel Torrejón es uno de los chicheros más conocidos de Los Andes y lleva casi 25 años consecutivos siendo uno de los principales proveedores de chicha de las fondas y ramadas del Parque Alejo Barrios, hoy suspendidas a raíz de la pandemia.
Al igual que en muchos rubros, Torrejón tuvo que adaptarse a las circunstancias y en abril decidió reducir la cantidad de litros que iba a producir. Determinación arriesgada ante un futuro incierto, pero que a la larga fue acertada.
Pese a la suspensión de la fiesta en Playa Ancha, Torrejón igual llegó al Puerto esta semana. No acampó tras las ramadas como normalmente lo hacía, sino que arrendó una casa, estacionó su camión lleno de barriles y abasteció a las botillerías. Si bien antes igual les proveía el trago, este año -sin las fiondas- fueron el fuerte del negocio.
Es una pena
"Nos afectó mucho lo que ha pasado. Normalmente yo producía 40 mil litros de chicha, de los cuales unos 22 mil eran para Valparaíso. Este año hice 8 mil. Gracias a Dios las botillerías siguieron funcionando, no fueron las mismas ventas, pero al menos cubro los gastos. Es una pena lo que pasa porque Playa Ancha es una tradición, pero estamos esperanzados de que algo se pueda hacer en enero, aunque no sería lo mismo", cuenta Manuel.
Más tranquilo luego de que le fuera bien en las ventas, el chichero andino confiesa que "estuve a punto de no hacer chicha este año. En esa fecha (abril - mayo) ya pensábamos que no iban a haber ramadas. El presidente del sindicato (de Alejo Barrios) nos iba contando cómo estaba la cosa acá y al final decidí hacer menos producción".
"Esta chicha la hicimos de la última uva, que es como de la quincena de mayo, fines de abril, y tiene entre 20° y 22° de dulce. Las molemos, las cocemos, las bajamos a una enfriadora de madera y la sellamos en tinas de greda para que no fermenten", cuenta Manuel sobre el proceso de la chicha que llegó a botillerías de los cerros Placeres, Cordillera y Playa Ancha, en Valparaíso.
Viña y santiago
El producto andino también se hizo presente en botillerías de Forestal Alto y Agua Santa, en Viña del Mar, como en distintos sectores de Santiago.
La crisis, dice Torrejón, no afectó el precio de la uva, por lo que pudo mantener el precio del mosto: $1.000 el litro. "Los botilleros igual tenían miedo de cómo iban a estar las ventas, pero me han dicho que se ha vendido así que ha sido algo de alivio para todos", confiesa Manuel Torrejón, quien relata que la baja en ventas también ha sido notoria en Lo Valledor, donde abastece de otros productos agrícolas con los que trabaja. "Dios quiera que todo esto pase rápido", implora.