Un penal perdido y una expulsión complicaron otra vez a San Luis
Jean Paul Pineda falló desde los doce pasos al filo del primer tiempo y Andrés Imperiale dejó con uno menos a los canarios que no lograron de nuevo sumar de a tres en su reducto de Quillota.
Claudio Morales Salinas
Con la pretensión de comenzar una serie de triunfos en la carpeta sintética del Lucio Fariña, y aprovechar así los tres partidos seguidos en casa que le ofrece el calendario de la B, San Luis intentó transformarse en dominador del duelo ante Deportes Santa Cruz, colista del certamen.
Pero pese a la posición del cuadro visitante en la Tabla, lo que intenta jugar y la experiencia de varios de sus hombres, lo hacen un rival igualmente difícil, y eso lo demostró en la primera media hora de juego, con salidas rápidas que por lo general, buscaban al delantero Pedro Muñoz, quien tuvo una inmejorable ocasión de anotar al anticipar en un centro que cayó desde el sector derecho, sin embargo, el meta canario Omar Carabalí estuvo sólido para contener ese cabezazo a quemarropa.
Al conjunto quillotano le costaba organizar su juego, con una delantera que otra vez varió, y que estuvo conformada por Parada, Pineda y Ortega. Solo el empuje de Álvaro Césped y del joven Estrada desde el mediocampo, y las corridas de Llantén por la banda derecha, contribuyeron a que los canarios marcaran más presencia en campo rival.
Lamentablemente, ni Alex Díaz ni Franco Ortega estuvieron certeros cuando quedaron en posición de definir.
Dos fatalidades
Y cuando parecía que el primer tiempo se iba sin goles, San Luis se generó la más clara oportunidad de todo el partido. Díaz fue empujado dentro del área por el excanario Diego Silva y el juez pitó el penal que le daba la opción a Pineda de reivindicarse, por lo poco que ha jugado en el torneo. Sin embargo, un remate a media altura del avezado delantero le permitió al portero Rodrigo Paillaqueo lucirse con una tapada que bajó los humos en Quillota.
Con el cero a cero instalado, el DT Víctor Rivero se la jugó con los ingresos de Barbieri y Castro en el entretiempo. La idea era mantener la presión sobre la última línea santacruzana. Pero ahí vino el otro imprevisto que alteró todos los planes.
Con oficio y todo, el defensor Andrés Imperiale metió la pierna más allá de la cuenta y en una jugada que no revestía peligro para su equipo. Tenía otra amarilla y se fue expulsado con mucho tiempo por delante.
Con todos estos inconvenientes, el conjunto canario debió acomodarse para atacar de contra, con Barbieri como llanero solitario haciendo lo posible por incomodar a los zagueros visitantes.
Pero a la hora de ser ineficiente en ataque, Santa Cruz no lo hizo distinto. Pedro Muñoz se cansó y lo cambiaron, mientras Fabián Carmona y Johan Fuentes nunca pudieron gestar la jugada precisa para llegar al arco canario. Los dirigidos de Osvaldo "Arica" Hurtado veían a la mano la chance de ganar y escapar del fondo. Pero a la postre mostraron la misma impericia.
La Estrella de Quillota - Petorca