Secciones

  • Portada
  • Genoveva
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

Cualidad "antivándalos" explicaría alto costo de lavamanos de Valparaíso

Cuestionamiento de ediles a inversión de casi 25 millones de pesos en 11 tótem tuvo respuesta por parte de técnicos de l Secpla porteña.
E-mail Compartir

Priscilla Barrera Ll.

Tres características debían tener las "estaciones sanitarias" - los lavamanos públicos - que el municipio de Valparaíso decidió adquirir en el actual contexto de pandemia para proteger a los porteños del COVID-19: antivandálico, uso exterior y baja operación y mantenimiento de funcionarios municipales.

Así lo explicaron ayer, en la comisión de desarrollo social del Concejo Municipal porteño, técnicos de la Secpla, quienes expusieron así, entre otras, las razones del alto costo - casi 25 millones de pesos por un total de 11 unidades - y el ahorro que, a largo plazo, implicará esta inversión que, ediles como Daniel Morales y Marcelo Barraza, han cuestionado al compararlo con adquisiciones similares conocidas en la región y otras zonas, y a un precio notoriamente inferior.

En la postura de Barraza, quien ha pedido explicaciones en torno a los recursos totales entregados por el nivel central para hacer frente a la pandemia, el concepto "antivandálico" resulta ofensivo para los porteños y porteñas.

"La administración justifica este diseño por sobre otros modelos presentados, que prestan la misma función de lavado de manos y que se ha demostrado son mucho más económicos que estos, como por ejemplo, los presentados por el concejal Morales en las sesiones pasadas, radica esencialmente en que los tótems que adquiere la municipalidad tienen la característica de ser "anti-vandálicos" y que parte del proceso de instalación implica "soldar y apernar el tótem al piso, para anclarlo", planteó Barraza.

En su opinión, no corresponde justificar una elevada inversión en una apreciación peyorativa.

"Para mí esa respuesta tiene un trasfondo y creo que no debemos tratar así a los porteños y porteñas para justificar un gasto que, de verdad, es casi injustificable y excesivo", acotó el edil.

El concejal DC, precisó que si bien estarían ya recepcionados los 11 equipos tótems que contempló esta compra directa, de los cuales 6 ya se encuentran desplegados en la ciudad, los otros 5 restantes estarían en el Parque Quebrada Verde a la espera de que se les asigne una ubicación para funcionar.

El concejal Daniel Morales, quien ya con anterioridad, reparó en el alto costo y cómo con los mismos recursos, podría haberse ampliado el número de lavamanos en la ciudad, no quedó conforme con las explicaciones, y criticó la falta de austeridad en el uso de recursos públicos.

"No se entiende que en la licitación se plantee de manera unitaria, eso en economía de escala no es lo mismo, faltó optimizar los recursos (...) Me llama la atención que

Morales también reparó también en la capacidad de estanques y la explicación en torno a un ahorro en el mantenimiento, cuestionando si se había optado por externalizar este servicio.

"Me quedó la sensación de que no se cuidó economizar al máximo los recursos públicos para este caso. Lo que es cuestionable es no optimizar los recursos en una situación tan compleja de pandemia y optar por algo con tanto diseño en vez de algo más austero", planteó Morales.