Los 105 días acuartelados de cuatro bomberos de la 1° Compañía de Valpo
Voluntarios porteños han pasado toda la cuarentena encerrados, en estado de alerta y viviendo un verdadero "reality" en medio de la pandemia.
Largos han sido los meses de encierro y pandemia, sin embargo, no estar en el domicilio familiar y además permanecer alerta día y noche por si surge alguna emergencia es un escenario que muchos ni siquiera imaginan.
Mientras algunos porteños se cuidan y otros se las ingenian para salir con permisos "truchos" a la calle, en la Primera Compañía de Bomberos de Valparaíso, ubicada a un costado de la plaza Sotomayor, cuatro bomberos han permanecido los 106 días de cuarentena acuartelados y con mínimas salidas.
Se trata de Felipe Estay Díaz (teniente 2°), Alejandro Espinace Espinoza (subsecretario) y los voluntarios activos Fabián Fuentes Barros y Francisco Menares Mura.
Teletrabajando y estudiando on line se pasan las horas los voluntarios. Los cuatro duermen en la misma habitación y funcionan con la misma dinámica de una familia. Es decir, deben hacer el almuerzo, lavar los platos, aguantar las mañas y lavar su ropa. Las pocas salidas de estos 106 días han sido a comprar al supermercado y visitar a la familia una o dos veces por semana.
Francisco Menares de 19 años es el menor de los cuatro. Lleva un año y medio como voluntario en la bomba y dice que aceptó la propuesta de pasar la cuarentena en el cuartel, pues le interesaba ganar experiencia. "Soy del cerro Alegre, estudio Ingeniería Civil en la PUCV y cuando entré a Bomberos jamás se me pasó por la cabeza que vendría una pandemia y estaría acá como voluntario", sostiene Pancho, quien confiesa que antes de acuartelarse era muy tímido y le costaba sociabilizar.
Un reality
Fabián Fuentes (37) es el mayor de los acuartelados. Es funcionario del IND, profesor de Educación Física y aprovecha de teletrabajar y hacer dos diplomados on line en el encierro.
En los últimos días han debido acudir a varias emergencias y antes de bajarse del carro se sacan todo el informe y este se desinfecta por completo junto con el vehículo.
"Hemos estado bien de salud, nadie se ha enfermado y cuando vamos a las casas somos muy responsables, incluso los más jóvenes. En algunas bombas han presentado contagios, pero acá no. Quizás porque permanecimos juntos y solo el último tiempo han ido rotando voluntarios nuevos, uno por semana", cuenta el supervisor del IND (Instituto Nacional de Deportes).
-¿Es cómo un reality?
-Claro (ríe), pero todavía no hay amenazados por convivencia ni nada. Todos nos repartimos las labores diarias, aunque hay uno que no sabe cocinar nada... El cuartel es grande, contamos con todas las cosas de una casa, aunque se pasa frío porque es difícil calefaccionar un espacio tan amplio.
Los voluntarios, entre quienes también están el geógrafo Felipe Estay y Alejandro Espinace, estudiante de Ingeniería en Electricidad, sumaron a su rutina enviar videos de arenga a Wanderers en la previa de cada partido. El jueves mandaron el saludo, que siempre es agradecido por el capitán Mauricio Viana , pero esta vez falló la cábala y los caturros perdieron.