Con unos 14 años, John Lennon era un adolescente rebelde que llegaba tarde a clase, se dejaba los libros en casa y mostraba continuamente un comportamiento que sus profesores consideraban "idiota", según quedó documentado en un registro escolar del curso 1954-1955.

En ese informe, ofrecido en subasta por la casa Sotheby's, hay anotadas 22 "detenciones" escolares en un periodo de menos de ocho semanas, un currículum que deja en evidencia que la carrera académica de Lennon era menos prometedora que la musical.

Los profesores de la escuela Quarry Bank Grammar School, en Liverpool, dejaron escritos comentarios sobre su comportamiento como estos: "Sin libro y muy ocioso"; "Conducta idiota continuada en clase"; "Niega una falta cometida" y "Llega tarde + completamente holgazán".

Por aquel entonces todavía faltaban dos años para que Lennon formara su primera banda con amigos de ese colegio, a la que pronto se uniría Paul McCartney, y ocho años para el primer álbum oficial de The Beatles, "Please Please Me".

El documento, una joya para los aficionados a los objetos privados del cuarteto de Liverpool, se rematará hasta el 1 de octubre por un precio estimado de entre 3.000 y 5.000 libras (de 3.270 a 5.450 euros/de 3.823 a 6.373 dólares).

En esa misma subasta puede adquirirse asimismo uno de los característicos pares de gafas redondas estilo Windsor que popularizó el músico cuando ya era una de las estrellas más famosas de la historia del pop y el rock.

Estas gafas en particular se las regaló el Beatle en 1965 a su ama de casa, Dorothy Jarlett, que no solo se ocupaba de las labores domésticas sino que cuidó también a su hijo Julian.

Por Juan Riquelme | @jriquelmediaz

Hace un par de semanas activé en mis dispositivos móviles el último antivirus de McAffe. Digamos las cosas como son: hoy hacemos prácticamente todo en el celular y por eso es vital cuidar nuestros datos. Ahí están las claves bancarias, los accesos a nuestros recuerdos, el contacto de nuestros familiares y buena parte de nuestra información sensible. Es por ello que se hace, cada vez más, indispensable mantenerlos a resguardo.

El último portafolio de seguridad de la compañía se hace cargo de esto con prestaciones que, pese a lo complejo y exacto del proceso, no hacen más lento su teléfono, especialmente si consideramos que está continuamente rastreando. Eso sí, mi experiencia fue con un teléfono de gama alta.

La plataforma incluye protección integrada contra estafas tecnológicas y en redes sociales, algo no menor si consideramos que desde marzo a la fecha, las estafas en las redes sociales aumentaron en un 21% según Carabineros. Al instalarla en su teléfono, además de poder rastrearlo desde una web en caso de robo o pérdida (y manejar los datos antes que los saquen), podrá advertir un botón flotante por el que puede acceder a prestaciones rápidas: análisis, liberación de memoria, conocer el almacenamiento, conocer el tiempo que le queda a su batería y la opción de asociar más dispositivos. La magia se activa en segundos cuando opta por una de esas prestaciones.

La aplicación considera elementos llamativos. Bloqueo de aplicaciones, por ejemplo, que permite asignar la exigencia inmediata de clave para entrar a determinadas apps. Esa misma capa de seguridad la puede activar con "modo invitado", lo que permite que solo pueda ese usuario ver lo que le interesa. ¿Qué permite? Por ejemplo, que cuando le entregue el teléfono a otra persona, solo pueda acceder a lo que usted decida. Si no quiere que su hijo acceda a las aplicaciones bancarias -por seguridad-, puede entregárselo solo habilitando las aplicaciones de juegos, por ejemplo, y ya está. Luego, activa su usuario recurrente y todo solucionado.

También puede activar la protección de privacidad de VPN y Navegación Web Segura, la que permite utilizar hotspot públicos, navegar en la web y realizar operaciones bancarias en línea con confianza. ¿Cómo? Pues entregándole a la VPN la responsabilidad de ser el puente sobre el cual haga sus transacciones, evitando así estafas o que se hagan del control de su equipo.

El Rayo Review