Comedores sociales empiezan a bajar la cortina por falta de ayuda
Uno de los que funcionan en el Campamento Manuel Bustos dejará de funcionar el próximo 18 de diciembre. En Forestal y Chorrillos han mantenido a duras penas las raciones.
Priscilla Barrera Ll. - priscilla Barrera Ll.
A nueves meses desde el inicio de la pandemia y con las preocupaciones propias de esta época del año, la ayuda solidaria ha pasado a último lugar de las prioridades, situación que viven en carne propia las encargadas de los comedores solidarios que surgieron a poco del inicio de la actual contingencia sanitaria.
Y es que gran parte de estos comedores surgidos en el corazón de los barrios más vulnerables de la región han comenzado a experimentar fuertes mermas en las ayudas que en el peak de la cuarentena tuvieron la solidaridad de empresas y particulares, sin embargo, de la mano del cambio de fase y la relativa vuelta a la normalidad, las ayudas declinaron y los pocos comedores que han mantenido su funcionamiento, han debido hacer malabares para sostenerse.
Chorrilos
Pilar Gutiérrez, presidenta de la junta de vecinos René Schneider recordó que en el caso particular del comedor que organizaron en este barrio situado en la parte alta de Chorrillos, su funcionamiento comenzó el 11 de mayo y partió con 40 a 50 raciones diarias, llegando en el peak de la pandemia, a 120 personas de lunes a viernes.
En Fiestas Patrias, el comedor solidario realizó un corto receso de 2 semanas, retomando los días lunes, miércoles y viernes apuntando preferentemente a adultos mayores y familias con niños.
"En la junta de vecinos René Schneider partimos con el comedor solidario en mayo. Partimos con 50 raciones y llegamos a las 150. En un comienzo se hizo todo con el exclusivo apoyo de los vecinos, por medio de lucatón, colaboraciones en alimentos no perecibles, apoyo de las empresas de El Salto. En julio el municipio comenzó a ayudarnos. Ahora seguimos sólo 3 días por semana. La gente ya ha vuelto, en su mayoría a trabajar, pero vamos a seguir con los adultos mayores", precisó la dirigente.
Manuel bustos
En el Comité de Vivienda Bellavista del Campamento Manuel Bustos, sostener el comedor por 7 meses ha sido una tarea ardua, tanto así que el próximo 18 de diciembre cerrarán sus puertas.
"En nuestro comedor Social Solidario Bellavista 'Ninguna Olla Vacia' con mucha pena decidimos cerrar el 18 de diciembre. Son 7 meses, partimos en junio, estuvimos entregando en un principio 80 raciones luego llegamos a 300 y hoy en día estamos entregando cerca de 150 raciones", precisó María Medina, presidenta del comité.
La dirigente reconoció que si bien muchas familias están volviendo a tomar su vida normal, igual quedan muchas que todavia no cuentan con un trabajo y que aún dependen del comedor.
"Como comedor tomamos la decisión de descansar un mes, ya que los alimentos están escaseando, sobre todo el acompañamiento de los almuerzos (carne, pollo, pescado) y del Gobierno no se recibió el apoyo que hasta ahora estamos esperando", criticó la dirigente.
Forestal
En el comedor de la junta de vecinos Las Palmas Chilenas de Forestal Alto, la situación no es muy distinta. Aunque sus dirigentas mantendrán el comedor "hasta cuando puedan", reconocen que cada semana es más complejo llegar a las 140 raciones semanales. "Son las mismas personas, la situación es muy complicada en el sector, hay mucha gente sin trabajo y es cierto que las ayudas han disminuido, pero seguiremos hast que podamos hacerlo", planteó la presidenta de la junta de vecinos, Susana Ruminot.
18 de diciembre deja de funcionar el comedor solidario del Comité de Vivienda Bellavista en la Manuel Bustos.