Salud mental en adultos: los mayores de 70 años temen perder autonomía
Un estudio UC reveló que el mayor desafío 2021 es mantener la distancia física, pero no la social y emocional que han vivido.
N.E.
Además de revelar cómo el COVID-19 ha afectado a la tercera edad, la Encuesta Salud Mental de Personas Mayores durante la Pandemia dio a conocer las vivencias y preocupaciones de los chilenos de más de 60 años.
Los resultados de la consulta, desarrollada por el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro (alianza entre la Universidad Católica y la Compañía de Seguros Confuturo), arrojaron que las mayores inquietudes de los mayores de 70 años son la falta de autonomía y el deterioro en el estado físico.
La encuesta online, en la que participaron 767 adultos mayores, solicitó enumerar en orden decreciente las preocupaciones de cada encuestado. Luego, los responsables del trabajo separaron las respuestas por grupo etario. Así, quedó al descubierto que entre los mayores de 70, la mayor preocupación es la pérdida de autonomía (85%), seguida del deterioro del estado físico (73%) y el sistema de salud y controles médicos (67%).
Distintas resultaron ser las inquietudes de los menores de 70 años, puesto que la pérdida de la autonomía sólo resultó preocupar al 15%. Para este segmento, la mayor inquietud resultó ser el trabajo (59%). A este ítem le siguieron la evolución de la pandemia (57%) y la soledad (57%).
Inquietudes de todos
Considerando las respuestas de los consultados de todas las edades, la principal preocupación resultaron ser los temas relacionados al país y la delincuencia (18,2%), tomando en cuenta el actual contexto sociopolítico (la encuesta se aplicó semanas antes del Plebiscito Nacional del 25 de octubre).
En segundo lugar salió a la luz la salud (16,9%), donde se abordó tanto el bienestar propio como el de familiares u otros seres queridos. Y el tercer puesto fue para los problemas financieros, que preocupan al 9,7% de la muestra.
Varios encuestados se mostraron inquietos por no tener la posibilidad de pagar cuentas, arriendos, alimentos o eventuales hospitalizaciones.
Desafíos a futuro
El estudio concluyó que "uno de los potenciales desafíos a futuro es definir cómo guardar el distanciamiento físico sin que implique un distanciamiento social para con las personas mayores". Asimismo, los expertos coincidieron en que hay que definir herramientas y métodos que permitan proteger a la tercera edad, sin afectar su autonomía. Más, considerando la posibilidad de un rebrote de COVID, que podría traer medidas que coarten libertades.
"La pandemia agravó muchas situaciones de vulnerabilidad que comenzaron con el estallido social", dijo la psicóloga Ana Paula Vieira, directora de la Fundación Míranos. Y agregó que lo mismo pasó con los problemas financieros, que además "impactaron en elementos claves para una buena salud mental, y en particular, en la dignidad de las personas mayores, en la percepción que tenían de ellos mismos y en su autoestima".
La académica de la Escuela de Psicología UC e investigadora del Centro de Vejez y Envejecimiento (CEVE), Susana González, añadió que "con el confinamiento, la gente estaba viendo directamente afectada la parte física, y esto va de la mano con la salud mental. En la medida que te das cuenta de que te cansas más al caminar, cambia tu autopercepción de competencias e independencia. Una característica de la salud de los adultos mayores es que está todo conectado".