Nuevo carrete ilegal: los vecinos de Cachagua quieren ir a la justicia
Fiesta clandestina detectada el lunes dejó 20 detenidos, aunque todos fueron liberados. Interior plantea que condenados trabajen con enfermos.
Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso
Parece algo de nunca acabar: otra vez una fiesta clandestina, otra vez en el balneario de Cachagua, Zapallar.
Esta vez fueron 20 jóvenes, cinco de ellos menores de edad, los que se reunieron en un domicilio contraviniendo las normas sanitarias, por lo que les cayó personal de Carabineros, quienes se llevaron a todos detenidos. Eso sí, al rato fueron todos liberados por instrucción del fiscal de turno.
"Fue un procedimiento denunciado por los mismos vecinos de la localidad de Cachagua, quienes sindicaban una fiesta que se estaba llevando a cabo en un inmueble de dicha localidad", dijo el capitán Carlos Araneda, oficial de servicio de la Prefectura de Aconcagua.
Detenidos
Agregó que "personal policial ingresó al inmueble, percatándose de la presencia de 20 personas que se encontraban en el interior, con música a alto volumen, consumiendo bebidas alcohólicas. Se realizó el procedimiento de rigor que conllevó a detener a estas personas".
La situación es reiterativa y ya tiene cansados a los vecinos del balneario, quienes mediante el abogado Gabriel Muñoz estudian la interposición de una acción judicial para que les restituyan sus garantías constitucionales, las que -aseguran- están siendo vulneradas.
Vecinos cansados
"Están cansados porque esta es una situación permanente de abuso. Antes con las antiguas fiestas y ahora con estas fiestas clandestinas me han solicitado que estudiemos seriamente la presentación de un recurso de protección para el restablecimiento de las garantías constitucionales como el derecho a la integridad física y sí porque, básicamente, se pueden enfermar. Esto especialmente por la inacción y beneplácito de la autoridad comunal. Estamos recabando los últimos antecedentes de estas últimas fiestas clandestinas y cómo Zapallar ha retrocedido en la situación sanitaria", dijo el jurista, quien aseguró que uno de los actuales querellados coincide con quien organizaba las fiestas en el humedal de la zona años atrás.
El dueño no estaba
Respecto al último acontecimiento ilegal de Cachagua, desde el Ministerio Público, el fiscal Luis Cortés dijo que "se adoptó el procedimiento habitual para este tipo de infracciones, similar al que se aplica por el no uso de mascarilla o no respetar el toque de queda, el que se traduce en que las personas quedan en espera de ser citados para conocer sus sanciones en caso que la investigación confirme su participación. Por otra parte, el dueño de casa, según información de Carabineros, no estaba en el lugar, razón por la cual no fue detenido".
Tras estos hechos, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, se refirió a la norma que establece que los condenados por infringir el Artículo 318 pueden prestar servicios a la comunidad.
"Tenemos que avanzar en que estas personas que son detenidas y condenadas, tanto asistentes como organizadores, tengan que hacer un trabajo voluntario, tengan que ir a lugares, por ejemplo, donde hay que atender enfermos, que sientan más conciencia de lo que es la enfermedad", dijo el secretario de Estado.
Se consultó a Comunicaciones de la Municipalidad de Zapallar respecto de esta nueva fiesta clandestina, pero no se obtuvo respuesta.