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Virgen de la Candelaria Presidente Sociedad de Folclor Chileno

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Yvaín Eltit

Tras la caída del Imperio Romano Occidental, se expandieron varias celebraciones por Europa a causa de las nacientes monarquías y la ascendente influencia del clero. Una de estas ceremonias era "El Encuentro", proveniente desde Asia, llegando a efectuarse con carácter penitencial, pero sería más conocida como "Fiesta de las Luces". Sin embargo, en el año 494 el papa Gelasio I ordenó erradicar las lupercales (festividades paganas romanas de fertilidad y purificación), ante lo cual el 2 de febrero se consagró como el día de la presentación del niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de María en correlato con los versículos del Antiguo Testamento.

Estos son los primeros antecedentes para comprender la festividad de la Virgen de la Candelaria o de las Candelas, o Nuestra Señora de Candelaria. Su nombre deriva de candela o candelero que refiere a la luz que guía hacia la buena fe por Dios, y es protectora de los mineros. Cuentan por ahí que en Tenerife (Islas Canarias, España), alrededor de 1392, dos pastores guanches (antiguo pueblo originario de Tenerife) no lograban avanzar con su ganado a la boca de un barranco; uno de aquellos hombres se aproximó para ver qué ocurría y se topó con la imagen de una mujer de un metro de alto, que portaba una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho. A su vez, el infante traía una avecita de oro. Actualmente es una de las patronas de las Comunidades Autónomas de España, se le conoce como "Morenita" y se le categoriza dentro de las "Vírgenes Negras".

En Chile el relato habla de que en 1780 la diminuta figura de la Virgen y el niño fue hallada en una cueva precordillerana. El autor de esta versión fue el arriero José del Carmen Caro Inca, quien bajaba junto a otros pirquineros por los faldeos de Atacama, sorprendidos por una fuerte tormenta y como el clima no daba tregua, se refugiaron en las cercanías del Salar de Maricunga. Atemorizado, el grupo comenzó a orar para aplacar con fe el temporal, no obstante el asombro fue mayor cuando percibieron un brillo, creyendo que se trataba de un tesoro. Al día siguiente entre los roqueríos descubrieron una escultura de una virgen con un niño en brazos en piedra de 20 cm de alto. Luego prosiguieron su trayecto hasta Copiapó donde se le venera hasta nuestra época a inicios de febrero con el nombre de "Fiesta Grande", en el Santuario Nuestra Señora de la Candelaria, mientras que la "Fiesta Chica" o Asunción de la Virgen tiene lugar cada 15 de agosto, siendo acompañada por comparsas de chinos (antiquísimos danzantes de las regiones del Norte Chico chileno), música, poesía popular y la exquisita chicha de Los Loros.

En otras naciones, como en Argentina -en Humahuaca (provincia de Jujuy)-, se lleva a cabo la tradicional danza de los toritos con fuegos artificiales. En Bolivia en el Templo de Copacabana se resguarda la Virgen, que fue tallada en 1583 por el aymara Francisco Tito Yupanqui. Igualmente es patrona de localidades altiplánicas como en Aiquile (Cochabamba), Rurrenabaque (Beni), Samaipata (Santa Cruz) y Azurduy (Chuquisaca). Otro caso es en Medellín (Colombia) donde aparece en el escudo de la ciudad, esto porque se fundó como "Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín". También se le venera en Tlacotalpan, Veracruz (México), y al sur del Perú, en Puno. En este caso la Unesco la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial en 2014.