Ramírez espera un Wanderers protagonista para poder seguir
El técnico que terminó manteniendo al equipo en Primera, aunque sin lograr la Sudamericana, ya negocia para continuar en la banca del Decano. Dice que el club "debe plantearse objetivos de equipo grande".
Claudio Morales Salinas
Junto con la decepción de dejar escapar en las dos últimas fechas la clasificación a la Copa Sudamericana, la inquietud quedó instalada en buena parte de la hinchada de Santiago Wanderers, ya que el propio técnico Miguel Ramírez comentó no haber tenido señales, de parte del club, de que quisieran continuar con él para la temporada venidera.
Es que el entrenador finalizó contrato junto con el término del campeonato y esta semana debe sentarse a conversar. Al respecto, el DT espera que las negociaciones no se dilaten. "Espero que sea rápido, para bien o para mal".
En lo que ofrezcan desde el club para para seguir, según Ramírez, "lo principal son las herramientas que va a haber para lograr los objetivos que se deben plantear para el siguiente torneo, eso es fundamental".
Son dos años y siete meses los que lleva Ramírez y su cuerpo técnico trabajando en Wanderers, "y lo hemos hecho con mucha honestidad, profesionalismo y dedicación; y eso el hincha, los jugadores y la gente que está alrededor, te lo demuestran. Por eso siento que se pueden lograr más cosas con el equipo, porque Wanderers es un equipo grande, y tiene que plantearse objetivos como institución grande", estima el estratega.
Apuntar a más
Y es en las conversaciones que sostiene con el club que Ramírez espera "poder encontrar el camino que nos permita seguir engrandeciendo a Wanderers, seguir creciendo como club deportivo, como institución, como hinchada y como trabajadores de esta maravillosa institución. Como cuerpo técnico sentimos que el siguiente paso es tener a Wanderers en la Tabla de posiciones, ser protagonistas, competir y no participar".
Y ese salto cualitativo que el técnico estima debe dar el club porteño para la siguiente temporada, es independiente de que no haya alcanzado la arena internacional, aunque la próxima Copa Sudamericana, en rigor, considera que los cuatro representantes chilenos se eliminen primero entre ellos. "Se requiere un análisis y una conversación con los dirigentes, poniendo sobre la mesa todas las situaciones que se puedan presentar, igual sin Copa Internacional", aseguró el DT.
Grupo convencido
"El equipo necesitaba entregar más, y no nos dio: cada uno de los jugadores puso lo mejor en pos de los objetivos, lamentablemente este objetivo que apareció (la Sudamericana) una vez que salvamos la categoría, no lo pudimos concretar, y por supuesto que a todos nos duele", lamentó Ramírez, quien agregó que al cuerpo técnico que encabeza le duele aún más, "porque habíamos estado en una oportunidad muy cerca de ir a una competencia internacional (con San Luis), y ahora se nos abría otra puerta, pero quedamos nuevamente en el camino".
Pero la temporada fue mucho más que ese sueño continental que se esfumó al final,"viendo todo lo que se vivió en el año, y con la realidad de Wanderers, el saldo es positivo", resumió el entrenador, pensando en que la experiencia que adquirieron varios jóvenes al debutar en Primera División, y además en que "salvamos la categoría y consolidamos a Wanderers en Primera, aunque a pesar de lograr estar un año más en el fútbol grande, uno se va triste, porque en el último partido estaba esa chance y no lo conseguimos".
Aunque Wanderers haya mirado desde lejos al final la lucha por mantener la categoría en que cayeron Iquique y Coquimbo (y en la que ahora peligran Colo Colo y Universidad de Concepción), no fue sencillo lograr la permanencia para Miguel Ramírez, sus colaboradores y el plantel de jugadores.
"Hubo convencimiento de los jugadores con el trabajo de este cuerpo técnico, pienso que fue fundamental esa entrega, profesionalismo, esa pasión que ellos entregaron para poder desarrollar nuestra metodología. En resumen, lo que entregó el equipo fue identidad, en cada uno de los partidos, con más o menos matices, con mejores o peores partidos; pero siempre este equipo plasmó en la cancha la idea de juego que nosotros buscábamos", explicó Ramírez buscando las razones de por qué el equipo salió a flote tras los peores momentos antes del receso por la pandemia, "aunque nos alcanzó para quedar en el lugar once, y no séptimos como queríamos".
Otro aspecto a destacar de la campaña de los porteños en el certamen que terminó ayer, fue que a diferencia de la mayoría de los equipos, el tiempo más duro de la pandemia en que trabajaron confinados y de manera telemática, los fortaleció y los devolvió más enteros al torneo, cuando este se reanudó. Desde ahí fue el impulso para alejarse del fondo de la Tabla.
Factor rotondi
En el aspecto netamente futbolístico, hubo elementos destacables y otros que complicaron. Entre estos últimos, la partida anticipada de Carlos Rodolfo Rotondi resintió claramente el andamiaje del equipo por todo el costado izquierdo.
"Siento que el peso específico que nos daba Rotondi era porque nos potenciaba para atacar, nos generaba espacios con su movilidad, principalmente a los que venían de atrás, o a Marco (Medel) o a Bernardo (Cerezo). Todo eso lo perdimos porque esos jugadores ya tenían la coordinación", detalló Ramírez sobre la influencia que ejercía el rubio extremo que regresó a su club de origen, destacando además que en esa función terminó jugando el joven Kenan Sepúlveda, "para que él gane experiencia y aprenda todos esos movimientos de cara al próximo torneo".
2 años y siete meses son los que completó dirigiendo a Wanderers el DT Miguel Ramírez.
12 triunfos son los que Wanderers en un torneo de 34 fechas, bajo la tutela del DT.
La Estrella de Valparaíso