Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso

Algunas nunca pararon, otras disminuyeron sus días y en un porcentaje mínimo, algunas desaparecieron. Así ha sido la realidad de las ollas comunas en Valparaíso, iniciativa social clave para solventar el hambre y la crisis económica que aqueja al país, pero principalmente para zonas golpeadas por el desempleo como la Ciudad Puerto. Una comuna que basa su fuente laboral en la informalidad y el peso del día a día.

La actividad, que nació desde las ganas de los propios vecinos y gracias a la ayuda social, hoy vuelve a ser protagonista clave para sobrellevar la llegada de la cuarentena en Valparaíso. Confinamiento que significará paralizar actividades y restringir la movilidad de quienes trabajan, por ejemplo, como vendedores ambulantes.

De esta manera, las ollas comunes ya se están preparando para enfrentar una vez más la fase 1 y entregar con cariño ese plato de comida.

Patricio González, representante de "Nace un Corazón en los Cerros", ya inició reuniones con sus compañeros del almuerzo solidario de Puertas Negras, en Playa Ancha, para organizar lo que se viene.

"Tuvimos una reunión con los voluntarios el día martes, porque sabemos que está complicada la cosa. El tema de los insumos está complicado, estamos preguntándonos cómo lo haremos. Actualmente estábamos entregando los almuerzos los días sábados, pero ahora, con esto de la cuarentena, queremos agregar el día miércoles, porque sabemos que existe esa necesidad de comida con la cuarentena. La población de Puertas Negras casi el 40% y un poquito más, son ambulantes, trabajan el día a día, trabajan en las calles, son ambulantes, pescadores. Es poca la gente de aquí que trabaja con un contrato y un sueldo fijo", cuenta Patricio González.

En suma a esto, Patricio, representante del almuerzo solidario ubicado en el ex "Jardín Campanita" en la calle Timonel de Puertas Negras, asegura que hay ganas de seguir ayudando.

"El sábado partimos a eso de las 10 de la mañana y terminamos cerca de las 16.00 horas. Damos almuerzo a alrededor de 78, 80 adultos mayores, de los cuales 48 están postrados. Eso es lo que nos ha tenido motivados y sacamos esas fuerzas desde donde no hay", reflexiona Patricio.

"se veía venir"

Al otro lado de Valparaíso, en San Roque, Juan Herrera, representante de la olla común del sector, también nos cuenta que ya se están organizando para lo que se viene. "La cuarentena se veía venir", nos afirma.

"Estuvimos parados un mes porque nos contagiamos todo. El sábado que recién pasó hicimos almuercito y comenzamos otra vez. Nos organizamos, hicimos cajitas de mercadería y estamos retomando la olla. Somos 13 personas las que participamos y ya habíamos conversado esta situación, de que se veía venir la cuarentena otra vez. No había por dónde escapar", dice Juan.

Por último, uno de los colaboradores de la olla de la población Libertad manifestó estar preparado para lo que venga.

"Como ya lo habíamos conversado y estamos más o menos organizados, vamos a retomar el ritmo que teníamos antes del contagio, realizando pan y almuerzos. Cuando tengamos que bajar a comprar la mercadería, sacaremos el permiso colectivo. Estamos preparados para lo que viene, estamos bien", indicó.