El silencioso mal que ataca a los jóvenes contagiados de COVID
Osvaldo Garay, médico Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Carlos Van Buren, dio a conocer el fenómeno hipoxia feliz, el cual disfraza los síntomas de los pacientes afectados.
En el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso hay 41 personas conectadas a ventilador mecánico y el 80% de estas corresponde a menores de 60 años. Si bien en todo Chile la edad promedio de los pacientes COVID bajó de los 60 años y ya se acerca a los 50, hay un fenómeno que mantiene muy preocupados a los especialistas. Se trata de la "hipoxemia o hipoxia feliz", situación que alude a un bajo nivel de oxígeno en la sangre; sin embargo, quienes lo padecen no se dan cuenta.
Osvaldo Garay, médico jefe de la UCI del hospital porteño, sostuvo que en las últimas semanas han debido atender varios casos de este tipo, quienes llegan tarde a consultar y, dado el evidente deterioro pulmonar, pasan directo a la intubación, pues sin darse cuenta saturan por debajo del 85% y el daño es avanzado.
"Hace un par de días llego un paciente de 42 años, que estaba con bastante dificultad respiratoria, sin embargo, él no se quejaba ni se daba cuenta de su estado. Si no hubiera sido por su esposa de profesión kinesióloga no habría consultado", revela el especialista, quien recalca que una de las claves de poder salvarse del COVID es consultar tempranamente para no requerir ventilarse a través de un tubo.
En todo el mundo
"Se aprecia un desajuste entre lo que vemos en el monitor y la apariencia del paciente", sostiene Reuben Strayer, médico de emergencias del Centro Médico Maimonides en la ciudad estadounidense de Nueva York, a la revista científica Science.
Una saturación normal de oxígeno en la sangre es al menos del 95%. En la mayoría de las enfermedades pulmonares, como la neumonía, la saturación descendente acompaña a otros efectos, como los pulmones rígidos o llenos de líquido, o el aumento de los niveles de dióxido de carbono porque los pulmones no pueden expulsarlo de manera eficiente. Precisamente, es un nivel alto de dióxido de carbono lo que produce sensación de falta de aliento, no la falta de oxígeno, como se suele creer.
"El pulmón se está inflando y se sienten bien", explica Elnara Marcia Negri, neumóloga del Hospital Sírio-Libanês en Sao Paulo. Una de las hipótesis, teniendo en cuenta que la coagulación de la sangre es habitual en los casos más graves de coronavirus, es que esta podría producirse en los pulmones tras una reacción inflamatoria en la red de finos vasos sanguíneos. Esto desembocaría en una cascada de proteínas que incita a la sangre a coagularse y evita que se oxigene adecuadamente.
¿cómo darse cuenta?
El especialista local Osvaldo Garay, sostiene el SarsCov 2 ataca muchos órganos del cuerpo y el pulmón es sólo uno de ellos, pues también llega a sistema nervioso central responsable de un cambio de "switch" y la persona no se da cuenta de esta hiperventilación que tiene.
"En lo cotidiano el ejemplo más común es cuando una persona sale a correr y pega un pique corto quedando completamente agotada, jadeando y uno se da cuenta de eso pues se debe parar a descansar y tratar de posicionarse para sentirse bien. En el COVID eso no ocurre, es como si la enfermedad te hiciera respirar muy rápido, agitado y sin darse cuenta. Pero el problema es que en una persona normal se regulariza todo descanso o tomando más aire, pero en el COVID el pulmón está inflamado y eso hace que esta respiración rápida y profunda dañe al pulmón y agrega un segundo daño al órgano y que va evolucionando, tanto que si sigo sin consultar a tiempo llego directo al ventilador mecánico", sostiene el médico, detallando que en las personas jóvenes la capacidad toráxica es mayor y esta "hipoxemia feliz" se prolonga por más tiempo. Entonces cuando uno se da cuenta del tema, el pulmón ya está muy dañado, de ahí la importancia que la familia y el entorno monitoreen la respiración de un paciente COVID en edades menores para evitar llegar tarde a la a urgencia.
Obesidad
Otro de los factores que ha agravado el diagnóstico de la población joven que se enfrente a un COVID positivo es la obesidad. "Han llegado personas de 15 años o poco más que son obesas y con ellos cuesta más apoyarlos, pues evolucionan de menor forma y ponerlos boca abajo (pronación) se complica por un tema mecánico.