Con cámara hiperbárica tratan las secuelas del coronavirus
Centro médico "Oxígeno" de Quillota ofrece tratamiento de rehabilitación para pacientes que hayan padecido cuadros graves de coronavirus.
Matías Valenzuela - La Estrella de Quillota-Petorca
Mediante un atípico tratamiento, un centro asistencial de Quillota ofrece un tratamiento para que aquellos pacientes que hayan sido hospitalizados por COVID-19 puedan recuperarse.
Insuficiencias respiratorias y otra amplia gama de secuelas físicas que se producen en las hospitalizaciones prolongadas por coronavirus, pueden ser tratadas en la cámara hiperbárica del Centro Médico "Oxígeno".
El doctor Gonzalo Pizarro, médico fisiatra y parte del equipo de medicina hiperbárica del recinto, explica que el tratamiento sirve "para acelerar el proceso de rehabilitación ambulatoria y mejorar una regeneración celular, es decir, optimizar el proceso de regeneración celular. La reparación se trabaja con sesiones de cámara hiperbárica".
Post covid
El facultativo explica que los cuadros severos de COVID pueden conllevar no solo problemas respiratorios, sino que también trombosis venosas, infartos cerebrovasculares, arritmias, lesiones en el sistema nervioso periférico, episodios de delirio y escaras. Pizarro asegura que el tratamiento hiperbárico ayuda a subsanar todas estas secuelas.
"No es solo pensar que la persona por una patología respiratoria necesita la cámara hiperbárica, sino que son las múltiples secuelas, las cuales pueden ser beneficiadas", apunta.
Los tratamientos comienzan con una evaluación, que implica entre otras cosas una prueba en la cámara para definir si la salud del paciente le permite someterse al tratamiento.
La duración y periodicidad de las sesiones van a depender siempre del paciente y las insuficiencias que este tenga, pero se estima que son alrededor de 30 sesiones, que pueden durar cerca de una hora con 50 minutos.
Funcionamiento
La cámara es cerrada y al momento de su uso se inyecta aire, lo que aumenta la presión. Se genera un ambiente de dos bares de presión lo que emula un ambiente a 14 metros bajo el nivel del mar.
Este ambiente provoca que las moléculas de oxígeno disminuyan a un tercio de su volumen, y al ser respiradas, circulan de mejor manera.
"Si tú en la vida normal tienes un 100% de oxigenación en la sangre, aquí se te suma un 22% de oxígeno libre e hiperbárico, ese oxígeno entra y difunde a todos los tejidos. Es como ponerle bencina de un avión a un auto, porque el metabolismo de la célula de acelera", explica el fisiatra.