"Me interesa ser el coordinador de las necesidades de la ciudadanía"
El humanista Ricardo George aspira a precisar un diagnóstico regional, incrementar el diálogo directo y planificar la región "entre todos".
Marcelo López M. - La Estrella de Valparaíso
Una profunda convicción sobre el valor intrínseco del ser humano; una potente historia familiar, que incluyó persecución política a sus padres -antiguos dirigentes comunistas-; y más de tres décadas militando en el Partido Humanista forman parte del carácter y del combustible que movió a Ricardo George Cid a presentarse como candidato a gobernador regional, un cargo que ve como de "terreno". "No quiero estar todos los días en mi oficina con aire acondicionado. Esto debe ser en terreno. No me interesa ser un intendente 2.0", dice.
George quiere pensar en fórmulas que hagan "que la Región de Valparaíso de verdad sea de todos y todas, y no sea solo un discurso", partiendo por una necesaria actualización de un diagnóstico que permita saber desde donde estamos mirando la realidad de nuestros territorios. Una realidad donde conviven más de 230 campamentos y miles de "pobres ocultos" que en sus condominios ven cómo la pandemia hoy les impide pagar dividendos, cuotas del auto y colegiaturas.
"Pienso en un censo regional o un reencuestaje, que permita contarnos, saber en qué condiciones estamos viviendo y dónde estamos viviendo. Tenemos un déficit de información basal para tomar decisiones. Miramos con un solo ojo, y naturalmente tratamos de mirar lo más bonito. Debemos corregirlo, para luego tomar decisiones en diálogo con la ciudadanía".
-¿Cómo imagina esa conversación ciudadana? ¿Piensa en cabildos?
-Puede ser cabildo u otra forma. No me niego a ninguna, siempre y cuando esto garantice que los vecinos de todas las comunas tengan oportunidad de ser escuchados. Y todos, sean de izquierdas o de derechas, tengan plata o no. Debe haber un diálogo directo, que permita -en una tercera pata- definir cómo planificamos nuestra región.
-¿Y cómo visualiza un diálogo con la institucionalidad, con municipios, con el delegado regional? Un gobernador regional va a ser una figura nueva…
-No va a ser fácil. Esta elección de gobernadores es consecuencia de mucha presión política para poder descentralizar el país. Pero se nos entrega un cargo donde no tenemos todas las competencias. Aparece la figura del delegado presidencial, como alguien que nos está cuidando, como si fuera una democracia tutelada. Eso debe mejorarse. ¿Pero cómo miramos adelante? Conversando con todas las comunas, con los equipos técnicos y también con los agentes políticos, los alcaldes y concejales. Pero más interesante aún, insisto, va a ser el diálogo con las personas. Me interesa ser el coordinador de las necesidades de la ciudadanía de la región.
-¿Qué potenciales identifica en la región que puedan ayudar a su resurgimiento post pandemia y post crisis social?
-Primero, hay que ser prácticos. Y en muchos aspectos, crear una nueva institucionalidad, porque no nos sirve la que hay. Debemos resolver el tema de la vivienda, el tema de la contaminación, que es grave. Necesitamos aprovechar el potencial eminentemente turístico de esta región y aprovechar la experiencia de quienes vienen hace mucho rato trabajando en esto. Para eso, escuchar primero, conocer en detalle nuestros déficits y dejar de suponerlos.
-¿Por qué el electorado regional debiese votar por Ricardo George?
-Por cosas muy simples. Estamos en un momento histórico de cambios profundos en Chile, un proceso revolucionario. Si queremos cambios profundos, en cómo nos estamos relacionando y como estamos viviendo, no es posible que el gobierno de la región quede en manos de los de siempre. Soy un hombre común y corriente, que no fue a la universidad, que se ha ganado la vida en muchos trabajos, como muchos, y que también está esperando el 10%. Debemos hacernos cargo de construir una región con una mirada más humana, donde todos, sin exclusión, seamos capaces de sentarnos a la mesa. Soy un simple humanista, disponible para hacer de nuestra región un espacio de libertad y felicidad, donde todos nos sintamos cómodos, como en el living de nuestra casa.