Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

Marisol Cortez: "Mucha gente de clase media pasó a ser vulnerable con la pandemia"

La nueva presidenta de la Cámara chilena de la Construcción de Valparaíso propone atacar los estragos de la crisis sanitaria mediante proyectos que sean a largo plazo y que no se circunscriban a los cuatro años de cualquier gobierno. "Hay que hacer una política que permita ir levantando viviendas sociales, resolviendo el tema los campamentos".
E-mail Compartir

Que existiera una escasa cifra de mujeres no fue una limitante para asumir el liderazgo de un rubro históricamente masculino. Hoy, Marisol Cortez es la primera presidenta de la Cámara Chilena de la Construcción de Valparaíso, entidad con casi 70 años de trayectoria, que se ha transformado en un actor relevante para la promoción y el desarrollo de la región.

Para ella, sus 28 años de experiencia han sido la clave para alcanzar el reconocimiento y apoyo de sus colegas. Pese a que ha sido ejecutiva de empresas inmobiliarias y vicepresidenta gremial de la mesa directiva regional de CchC, Cortez asegura que el hecho de ser mujer le significó derribar varias barreras laborales. "Normalmente hay muy pocas mujeres que participan, por lo tanto, lo que se generan son pocos espacios porque también hay pocas postulantes. Y normalmente las mujeres que participan harto, no tienen mucho tiempo para liderar", advierte y agrega: "Al principio tienes que demostrar el doble para decir: soy capaz".

La falta de espacios y oportunidades tiene una raíz clara para la timonel de la CchC: la educación. "El 70% de los que están hacia la construcción, hacia la ciencia y matemáticas son varones. Por lo tanto, desde la base ya vienen filtrados y vienen muchos menos profesionales mujeres en nuestro rubro". Por ello, parte de su meta al mando de la institución es precisamente generar espacios, empoderar y capacitar a las mujeres, de manera que puedan crear proyectos y liderarlos. Lo anterior, a través de un trabajo mancomunado con otras organizaciones, como las seremis de la Mujer y Equidad de Género, de la Vivienda y del Trabajo. "Podemos aprovechar, en esta región, que tenemos puras mujeres líderes y podemos avanzar mucho más rápido", asegura.

Pero la pandemia ciertamente ha complicado las cosas. Cortez cuenta que antes de la crisis sanitaria, la construcción contaba con una participación femenina del 7% a nivel nacional y hoy se redujo al menos a la mitad. Su meta, en esta línea, era llegar al 10%, pero asegura que las mujeres prácticamente desaparecieron de las obras debido al confinamiento. "¿Quiénes son las que se quedan en la casa para hacer el almuerzo, tener todo ordenado para que los niños hagan las tareas y cuidarlos? ¿Quién sale a trabajar? Sale el hombre", dice desde la preocupación.

Precisamente por esto es que la dirigente pretende fomentar la participación femenina mediante proyectos de capacitación e inserción laboral para que se desenvuelvan en todas las áreas de la construcción: "Queremos ceramistas, albañiles, carpinteras, supervisoras, eléctricos, subcontratistas, que traigan a su propio equipo de mujeres", expresa Cortez.

"La punta del iceberg"

El aumento de la cesantía y la pobreza son otros de los factores que preocupan a la presidenta de la CchC. De acuerdo a las cifras entregadas por Techo, las familias que viven en campamentos durante el 2020 aumentaron en un 112% en comparación con el 2019 y según el Banco Mundial alrededor de 2 millones de personas pasaron de ser clase media a vivir en la pobreza el año pasado.

Para Marisol Cortez, estos datos solo son "la punta del iceberg", pues -advierte- "el número es aún más profundo y delicado". En ese sentido asegura que "hoy día son problemas graves que tenemos, porque mucha gente que era de clase media o media baja definitivamente pasó a ser muy vulnerable con esta pandemia, porque lo perdió todo".

Desde ese prisma y a su juicio, como la construcción es uno de los primeros rubros que se ve afectado con las crisis económicas, existe un desafío tanto para los privados como para el Estado con miras a levantar el país y erradicar los campamentos.

La dirigente especifica que "hay que hacer una política que permita ir levantando viviendas sociales, resolviendo el tema de los trabajos y de los campamentos, de aquí a 10, 15 o 20 años" y no circunscribirse solo a los cuatro años que dura un gobierno. A su juicio, se debe apostar por iniciativas que sean potentes, apartidistas y transversales, que permitan formar "ciudades armónicas, lugares adecuados donde (las viviendas sociales) sean definitivas y no transitorias", agregó.

Para Cortez, esta iniciativa debe estar acompañada por el apoyo constante a las empresas, sobre todo a las pymes que no tienen los recursos necesarios para aguantar la crisis sanitaria. De esta manera, propone que la economía se recupere desde todas sus áreas para que Chile se vuelva a posicionar dentro del mercado internacional.