"Mi sensación es positiva, con el gustito de saber que podíamos haber ganado, si bien fue una mitad para cada uno, nosotros nos creamos un par de oportunidades más claras en el segundo tiempo". De esa forma, Víctor Rivero, flamante director técnico de Santiago Wanderers, analizó el empate sin goles con el que debutó en la noche del sábado ante O'Higgins en Playa Ancha.

"Cuando haces un esfuerzo importante, que no era fácil dada la situación en que nos encontrábamos, y más con un rival que solo había perdido un partido, te deja sensaciones positivas. Sabemos que todavía nos falta en lo futbolístico, pero creo que el hecho de terminar el segundo tiempo jugando de una mejor forma y manteniendo una solidez defensiva, nos va a permitir salir a buscar los partidos", complementó el otrora golero..

En lo estadístico, es poco lo que sirve el punto conseguido frente a los pupilos de Dalcio Giovagnoli, ya que Wanderers se mantiene en el último lugar de la tabla de posiciones y sigue sin saber de victorias en lo que va de torneo. No obstante aquello, desde lo emocional, el haber dejado atrás la racha de seis caídas consecutivas bien podría significar une envión anímico para un Decano que tendrá que visitar a Everton el próximo domingo para dar vida a una nueva edición del Clásico Porteño.

Sin ir más lejos, tras la salida de Ronald Fuentes y el arribo del exDT de Cobreloa, se notó claramente una descompresión del ambiente en Playa Ancha, dado que los jugadores se vieron más sueltos y estuvieron muy cerca de conseguir un mejor resultado, especialmente por las dos o tres chances claras que se generaron en la segunda mitad.

Rivero, en su primer partido como técnico de Wanderers, dejó en claro que no "comerá vidrio" por salir a buscar una victoria, y menos si es que tiene pocos puntos en su cuenta corriente. El sábado ante los de Rancagua paró a su línea de cuatro y los lateral casi no subieron, mientras que sus punteros ayudaron en la marca durante prácticamente todo el encuentro, lo que evitó que los celestes se generaran alguna chance clara de gol.

Para la anécdota quedará además el debut en Primera de Martín Villarroel, hijo de Moisés Villarroel, quien fue titular y portó el dorsal 15 de su padre.

Pese a que Santiago Wanderers sumó su primer punto en el torneo, el fin de semana estuvo lejos de ser tranquilo para Rafael González Camus, presidente de la sociedad anónima del Decano. Esto debido a que en la noche del sábado, un grupo individuos llegó hasta el domicilio del abogado de profesión ubicado en Playa Ancha con el afán de hacerle sentir la molestia generalizada de los fanáticos por la mala campaña que hoy tiene a los porteños en el último lugar de la tabla. González Camus, eso sí, no se habría encontrado en su hogar al momento del incidente, lo que de todos no evitó que las personas presentes proliferaran una serie de gritos y prendieran petardos, lo que llamó la atención de los vecinos del sector. Claro que eso no fue todo, ya que por la noche del domingo, un artefacto explosivo (compuesto por fuegos de artificio) fue denotado en las afueras del inmueble, lo que no dejó heridos pero sí dañó la puerta y la reja del hogar del dirigente. Hasta el cierre de esta edición todavía no se identificaba a los autores del ataque.