Secciones

  • Portada
  • Genoveva
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

Viñambres: "Tengo pensado abrir una cafetería atendida por mí"

Ad portas de dejar la administración comunal, el alcalde de Quilpué repasa sus 16 años en el cargo. "Que a mí no me aprueben un proyecto es sentir que no le cumplen a la gente y me da mucha impotencia o ira", confiesa.
E-mail Compartir

Javiera Saavedra - SoyValparaiso.cl

Mauricio Viñambres es uno de los alcaldes que más "sabor" imprime a la política comunal en la Región de Valparaíso. Por ello, cuando deje la alcaldía -tras 16 años de servicio- de seguro la agenda pública lo notará.

De formación política socialistas, Viñambres siempre ha sido un sello en sí mismo. Ha dicho las cosas por su nombre y, entre quienes no le conocen en la intimidad, se advierte como una persona "mecha corta" y sin problemas en decir las cosas en la cara. Y el listado de los "cara a cara" que ha tenido con autoridades no es breve.

Pero Viñambres aclara que, en el fondo de su corazón, no es una persona confrontacional. A días de dejar el cargo, el alcalde conversó con SoyTV en una extensa entrevista que se puede ver en soyvalparaiso.cl hoy a las 18:00 horas.

"Mi historia parte con una vocación de servicio en la iglesia y posteriormente en lo político, pero desde lo técnico, nunca fui dirigente ni nada eso (…) Me preparé en otras partes del mundo, Canadá, Alemania, España, Estados Unidos, para aprender la teoría y conformar un equipo que colaboraba y enseñaba qué es y cómo se debe trabajar en el área municipal", cuenta Viñambres.

"Dicté charlas a asesores del Presidente Clinton, respecto a la recuperación de la democracia, y luego fui invitado para aprender sobre el modelo norteamericano, que es bastante interesante", comenta el político sobre uno de sus viajes.

16 años

A lo largo de la conversación, Viñambres relata el camino que recorrió como alcalde desde que asumió. "Durante los primeros cuatro años fue difícil, porque cuando uno toca la guitarra suena distinto", reflexiona.

Desde su faceta política, Viñambres se describe como una persona muy pasional que busca defender los derechos de sus vecinos. "Que a mí no me aprueben un proyecto es sentir que no le cumplen a la gente y me da mucha impotencia o ira", dice.

Por otra parte, explica que durante sus más de diez años de servicio ha querido realizar y desarrollar muchos proyectos, sin embargo, la burocracia complica gran parte de los avances en materia de políticas públicas. "Me da impotencia y rabia cuando no dan las ayudas que corresponden a las personas", precisa.

A lo largo de esta conversación, también recuerda a grandes amigos que forman parte de su trayectoria política, entre ellos, Jaime Varas (concejal de Viña del Mar) e Iván de la Maza (exintendente Regional). "Con Iván nos peleamos a gritos casi a combos, pero ahora lo superamos, de hecho nos hemos llamado y nos reímos", detalla el jefe comunal de 56 años.

Es que para Viñambres las discusiones son parte de la experiencia: "Son peleas por los cargos que uno tiene, en la vida normal cada uno tiene sus cualidades, ventajas y defectos", señala. "Aquí es conflictivo quien dice las cosas", agrega.

Fuera de la política

¿Cómo se siente hoy alcalde? "Estoy en paz y tranquilo, fuera del trabajo soy distinto", expone Viñambres, quien se declara creyente y fiel de la Iglesia católica. Con tranquilidad relata su paso por esa institución que lo vio crecer como ser humano: "Yo conocí la iglesia porque fui seminarista, me formé dentro de ella (…) Soy católico y muy creyente", expresa.

Respecto a su devoción y fe, Viñambres confiesa que tiene un permanente debate en torno al aborto con su hija: "Para mí es complejo el aborto, yo no puedo decir que estoy a favor, me cuesta entender porque lucho por la vida".

Sin embargo, el edil señala que estar en un cargo público por mucho tiempo aleja de los seres queridos, amigos y familia. "Mucha gente habla mal de los políticos, pero no saben que uno entrega el cien por ciento, donde los hijos y tu círculo más cercano sale perjudicado", asevera.

Con emoción, toma un vaso de agua, respira y continúa: "Siento remordimiento por no dedicar más tiempo a mis hijos, cuesta conciliar la vida pública con la vida familiar, a veces no pude responder el teléfono a mi hija para entregar apoyo o un consejo, estar al servicio día y noche tiene un tremendo costo familiar".

También cuenta que recién en 2020 pudo disfrutar por primera vez de un 18 de septiembre en su casa, algo inédito desde que está al mando del municipio.

"La vida es muy corta, se han ido amigos míos, cercanos a mi generación, y no los he podido acompañar (…) Enterré a mi amigo Luciano San Martín, lo acompañé todo lo que pude mientras él enfrentaba un duro cáncer, fue triste, porque pude quizás estar más tiempo junto a él", reconoce con profunda tristeza.

Situaciones como esta llevaron al edil a tomar la decisión de retirarse de la vida pública y la política para aprovechar así el tiempo con los suyos y disfrutar desde fuera del municipio a su querida ciudad.

Nuevos proyectos

¿Qué le gustaría hacer ahora? "Planeo abrir una cafetería atendida por mí en la comuna a medio tiempo", adelanta Viñambres, quien confiesa su afición al café, que según su preferencia debe ser cortado y con bastante leche.

Por último, comenta que espera con gran anhelo que las comunas del Gran Valparaíso pronto puedan estar unidas a través de un medio de transporte como lo es el teleférico, además de la futura construcción de un parque metropolitano al interior de la zona que entregue un espacio a las personas para el deporte y recreación.