Familia de paciente que falleció en residencia acusa negligencia
Mauricio Isla Cabello tenía 40 años y había advertido a sus parientes de sus dificultades para respirar. Su madre exige justicia y que se establezca responsabilidades. "Confiamos en el sistema y el sistema nos falló", sostuvo.
Mauricio Isla Cabello cumpliría 41 años este 26 de octubre y en este segundo semestre de 2021 obtendría por fin su título como contador auditor. Su sueño era poder crecer profesionalmente y brindarle un mejor bienestar a su hijo de 8 años y a su familia.
Pero todos los proyectos y sueños de Mauricio, el mayor de 5 hermanos, se truncaron tras contagiarse hace solo unos días de COVID-19, aparentemente en su trabajo.
Su cuadro, que inicialmente fue diagnosticado por un médico particular como una influenza, se fue complicando. Mauricio, que vivía junto a su madre y hermanos en una vivienda en el sector de Miraflores, había mantenido, por las sospechas, un aislamiento; sin embargo, por temor a contagiar a su madre, a sus hermanos e incluso a un sobrinito de solo meses, decidió hacer su aislamiento en una residencia sanitaria.
Fue el 26 de mayo cuando en un bus particular llegaron a buscarlo. Su familia se quedó tranquila cuando el mismo Mauricio les contó vía whatsapp que ya estaba en la residencia sanitaria habilitada en el Hotel Novotel de avenida Libertad con 6 Norte. Estaba contento e incluso les mandó fotografías del lugar.
Sin embargo, sus familiares aseguran que Mauricio no evolucionó positivamente y que, a pesar de que intentaba no preocuparlos y darse ánimo, su salud empeoraba. Muestra de ello era que se excusaba de no enviarles audios porque se cansaba.
"No habrá día en que no me arrepienta de no haberlo cuidado yo y no haber dejado que se fuera a esa maldita residencia sanitaria. Yo podría haberlo cuidado, pero él prefirió irse a una residencia para no contagiar a nadie. Su idea era hacer la cuarentena y volver", comenta afectada Ana Cabello Olguín, madre de Mauricio.
Uno de sus cuñados agrega: "Todos confiamos en el sistema, confiamos en que era mejor estar en una residencia sanitaria, incluso él", cuestionó.
Responsabilidades
Junto a sus 4 hijos, Ana intenta asumir la pérdida de su primogénito. Todo es tan reciente y la información, asegura, ha sido tan confusa y contradictoria, que exige que la autoridad sanitaria investigue y se establezcan responsabilidades.
"Al tercer día -29 de mayo- a mi hijo le costaba respirar, tosía mucho. Me dijo que estuvo tres días sin dormir, nos decía que ya no daba más. Yo misma le decía que reportara que se sentía mal", agregó Ana.
Dany Isla, hermano de Mauricio, agrega que nunca les explicaron cuál era el protocolo de visitas médicas, ni cada cuánto tiempo le realizaban monitoreos.
"Porque una cosa era lo que Mauricio podía decir, pero claramente él no estaba bien, tenía dificultades para respirar, no dormía", agregó. Aseguran que el médico que lo vio le recomendó simplemente que durmiera boca abajo.
Lo anterior, resalta la familia del paciente fallecido, fundamentalmente porque Mauricio habría sido controlado por última vez por el personal de salud a las 20.00 horas del jueves 3 de junio, siendo encontrado 12 horas más tarde sin vida en el piso de su habitación.
"El 3 junio, antes del partido (Chile-Argentina), hablo con él y me dice que está un poco mejor, pero que aún se cansaba mucho. Me volvió a decir que solo iba a escribir porque se cansaba para mandar audios. Estaba contento porque el doctor le había dicho que el lunes (7 de junio) se iba de alta", añadió Ana.
Para la familia de Mauricio, existen demasiadas incongruencias en la información que les han entregado tras el deceso de su familiar, como por ejemplo, la hora en que se produjo su fallecimiento. Asimismo, manifiestan su disconformidad con las respuestas brindadas en la misma residencia donde, al pedir las explicaciones respecto del largo período sin supervisión en que habría estado el paciente o la inexistencia, por ejemplo, de un botón de pánico en las habitaciones de la residencia. La respuesta fue que el recinto era un hotel y no un hospital.
Para su madre y sus hermanos no hay nada que repare la pérdida de Mauricio, mucho menos para su hijo de 8 años. Por eso advierten que no quieren compensación económica para ellos aunque sí para el hijo de Mauricio; sin embargo, lo crucial es que se establezcan responsabilidades y nunca más vuelva a repetirse un caso como este.