Deconstruyendo a Manuel Rodríguez
Escritor serenense se propuso desentrañar la historia del personaje histórico, alejándose del mito. A partir de su investigación, revela que el abogado y militar quería seguir una carrera política y afirma que la conformación de los legendario "Húsares de la muerte" fue más precaria de lo que se piensa.
Por Marcela Küpfer Collao | Ilustraciones de Javier Campos Santander
"De chico fui fanático de la historia, particularmente de la historia de Chile y de la Independencia, y el personaje de Manuel Rodríguez siempre me llamó la atención, justamente por ese lado anecdótico que tiene, que se escapa un poco de los cánones que rigen a otros personajes del período como O'Higgins y San Martín, que son súper duros, sobrios. Manuel Rodríguez se escapa de eso", señala Javier Campos Santander, autor de "Tras la huella de Manuel Rodríguez", un libro ilustrado autoeditado que recrea la vida de este abogado, político, militar y guerrillero, reconocido como uno de los "padres de la Patria".
Campos no es historiador, pero por su propio interés y afición se ha sumado a la corriente de divulgación histórica que ha sido un éxito editorial en nuestro país en los últimos años, revisitando los pasos del héroe asesinado en Tiltil el 26 de mayo de 1818 por un balazo a quemarropa por la espalda. Será precisamente en Tiltil donde hoy Javier Campos presentará su libro, que en 160 páginas y con alrededor de 30 fotografías e ilustraciones originales, recorre la vida de Manuel Rodríguez desde su infancia hasta su muerte.
Campos se propuso desentrañar el lado mítico de Manuel Rodríguez, recurriendo a fuentes secundarias pero principalmente primarias; esto es, cartas d su puño y letra y documentos de la época a los que accedió en la Biblioteca Nacional y el Archivo Nacional.
"La investigación se basa en buscar hasta qué punto son reales o no todas las anécdotas que rodean al personaje, los mitos que se dicen de él. La búsqueda parte un poco por tratar de desentrañar esa parte mítica y legendaria que se le atribuye a Manuel Rodríguez y buscar al hombre de carne y hueso detrás de la leyenda", señala Campos.
Como parte de su investigación, Campos concluyó que muchos aspectos de Manuel Rodríguez que aparecen en biografías libros de historia y hasta representaciones pictóricas no son tan precisas; algunas dejan fuera aspectos importantes de la personalidad del personaje y otras derechamente lo glorifican.
"Uno de los documentos más interesantes que examiné y que nunca se ha publicado a la fecha es una hoja de servicio de los Húsares de la Muerte, cuerpo militar que Manuel Rodríguez crea para defender Santiago después del Desastre de Cancha Rayada (1818). Vicuña Mackenna dice que eran entre 500 y 600 integrantes, pero en realidad, gracias al documento, podemos establecer la cantidad exacta: eran 223, así como la cantidad de caballos, armas, vestuarios... Así se pueden desacreditar versiones que dan números superiores o que dicen que tenían otro tipo de armamentos", explica el investigador.
Campos apunta también a reconocer el lado más humano del héroe, aquel que en algún momento intenta dejar atrás el campo de batalla, así como su faceta política, a veces opacada por su construcción colectiva como guerrillero.
"Otro de los documentos interesantes", señala Campos, "es uno donde Manuel Rodríguez tira la esponja, le dice a San Martín que le busque reemplazo a la labor que está cumpliendo mientras él está de forma clandestina como espía. Está cansado de la misión que se le había encomendado, le pide a San Martín que le dé trabajo a uno de sus hermanos para que tenga sustento y le pide de forma bastante directa que cumpla con una de las promesas que le había hecho que era transformarlo en su secretario en el ejército de Los Andes. Gracias a esa carta sabemos de esa promesa y del interés de Rodríguez de entrar a la primera línea desde un lado más político que militar".
Y agrega: "Una de las conclusiones del libro es que Manuel Rodríguez iba a transformarse en un gran político si hubiese tenido más tiempo; uno de los motivos que llevan a su asesinato es el potencial político que estaba alcanzando, asociado a un corriente un poco contraria al sistema dictatorial que imponía O'Higgins. Su visión tenía que ver con una proto democracia, con un gobierno más participativo que el que estaba planteando O'Higgins, que tenía una inclinación más bien monárquica".
LA IMAGEN DE MANUEL RODRÍGUEZ
Diseñador gráfico de profesión, Javier Campos Santander es también ilustrador y se propuso recrear esta imagen desmitificada del héroe nacional también a través de sus dibujos, que son fruto de una acuciosa investigación histórica.
"Partí ilustrando la niñez de Manuel Rodríguez en el colegio Convictorio Carolino, con el uniforme del convictorio. Después, saliendo a campaña con José Miguel Carrera como secretario, que tampoco se había representado. También está como guerrillero, con un uniforme más cercano a la realidad, pues con la investigación se descarta la existencia del uniforme de los Húsares de la Muerte como se cree que es hoy día. Las fuentes apuntan a que no habría existido de esa forma y, por el grado militar que tuvo, habría sido más sencillo (...) En las condiciones en que se crean los Húsares de la Muerte, que es un momento muy apremiante tras el Desastre de Cancha Rayada, no hubiese dado el tiempo para confeccionar un uniforme tan intrincado como el que se muestra en los retratos de Manuel Rodríguez, ni los recursos; además, no había una unidad del Ejército que vistiese paño negro, que era carísimo comparado con el azul que era el predominante, o el rojo", explica Campos.
El autor que la primera representación de Manuel Rodríguez con uniforme de los Húsares de la Muerte, del artista Narciso Desmadryl, fue hecha 36 años después del asesinato del prócer.
"Mi teoría es que el autor se inspiró en el nombre de los Húsares de la Muerte pero con el estándar del húsar europeo y se basó en eso para vestir como húsar a Manuel Rodríguez", reflexiona.
Y reitera: "Después de Cancha Rayada, no había tiempo ni recursos para vestir a 200 milicianos que eran gente del pueblo. Uno de los testimonios de los oficiales dice que después de Cancha Rayada se abrió la maestranza (bodega) y se sacó lo que había dentro; eso nos da una noción del grado de improvisación con que se armó el regimiento Húsares de la Muerte".
una figura disputada
-¿Qué piensas de la apropiación o identificación de la figura de Manuel Rodríguez por parte de sectores políticos, particularmente la izquierda?
-Yo creo que es una figura que ha estado, a lo largo de la historia, en disputa política constante. Conocemos pa apropiación de la extrema izquierda (a través del Frente Patriótico Manuel Rodríguez) pero también ha habido intentos de la derecha, y hoy hay un movimiento de ultra derecha que se llama "Aún tenemos patria, ciudadanos" (célebre frase atribuida a Rodríguez en una arenga, pero de la que no se tiene certeza). Creo que son más bien aproximaciones superficiales; si uno busca el material que ha hecho el Frente sobre el personaje, toma algunas biografías pero no ha hecho un trabajo profundo, busca representarse pero no va más allá de nociones generales como la valentía o la intrepidez, e incluso se exacerban con tal de hacerlos calzar o hacer la figura útil a un movimiento en particular. Pero no creo que haya una identificación profunda con el personaje histórico".
Campos agrega que, desde otro punto de vista, el folclor también se apropiado de la figura de Manuel Rodríguez, "desde el lado mítico. Tenemos un arquetipo que es súper llamativo y que se ha ensalzado con el tiempo, hay una identificación potente pero no necesariamente representa de forma muy precisa el personaje histórico. Es una imagen que se ha ido moldeando durante 200 años, se le han ido añadiendo cosas, sobre todo desde los procesos nacionalistas desde 1840, cuando Chile tiene su primera guerra internacional y se busca realzar este sentimiento de nación y se ensalzan algunos personajes para hacerlos un poco ejemplos para la tropa, de valores que se buscaba infundir en los combatientes del pueblo".
"Con este libro", concluye, "la idea fue volver a la esencia, a la fuente primaria para tratar de recuperar un poco al personaje real y escapar del Rodríguez mítico, del que ya se dijo todo".