El Decano se despidió con celebrada igualdad
Cuando todo apuntaba a una derrota, los porteños se iluminaron en el final consiguiendo un agónico empate.
Con la frente en alto fue la despedida de Santiago Wanderers de la Primera División y ante sus hinchas en Valparaíso. Esto porque el elenco caturro dio cuenta de su "honor y valor" ante Audax Italiano, cambiando una historia que estaba casi cerrada.
En menos de cinco minutos, los porteños aprovecharon las opciones que les entregó el encuentro y lograron emparejar el marcador que fue celebrado como un verdadero triunfo agónico.
Correcto inicio
La propuesta de Jorge Garcés comenzó bien aplicada, pensando que al frente estaba uno de los buenos elencos del torneo. En el arranque, el cuadro verde inició tomando la posesión del balón y demostró orden defensivo, generando varias complicaciones ante un elenco visitante al que le costó tomar protagonismo y evidenció incomodidad ante el planteamiento caturro.
A pesar de lo anterior, Wanderers mostró dificultades para generar peligro en el arco de Joaquín Muñoz y, salvo un cabezazo de Villarroel, no hizo trabajar mayormente al portero itálico.
Lo que no pudo aprovechar el Decano, sí lo hizo Audax para abrir el marcador a los 28'. Arce perdió una pelota sencilla ante Lautaro Palacios, propiciando la arremetida del goleador capitalino quien se jugó la personal y batió a Cristián Fuentes en el único remate al pórtico caturro.
Sin despeinarse, la visita iba ganado y Wanderers tuvo una chance clara antes del descanso. El mismo Damián Arce quiso redimirse con un tiro libre pero el balón estrelló en el travesaño.
Nuevo golpe
Iniciado el complemento, cuando los verdes insinuaban intentos, nuevamente fueron los itálicos quienes aumentaron la ventaja. Una buena jugada de izquierda a derecha terminó siendo finiquitada por Fernando Cornejo colocando el 0-2 a los 50 minutos.
La estocada la sintieron los pupilos de Jorge Garcés, quienes no encontraban fórmulas para hacerle daño a un equipo que, con el marcador a su favor, no pasaba mayores complicaciones.
Final electrizante
Las emociones para los caturros llegaron en el epílogo. Cuando el reloj marcaba los 85', un centro de Soto a Cepeda terminó estrellando en el codo de defensor Nicolás Fernández y si en árbitro en un comienzo no lo notó, el VAR actuó para decretar el tiro penal.
Matías Marín se paró frente al balón y con un remate cruzado puso el 1-2, celebrando con un gesto de que "la insignia no se mancha".
Pocos segundos más tarde, la algarabía se desató en el coloso playanchino. Volcado a intentar el empate, un tiro de esquina resultó clave. El lanzamiento fue ejecutado por Marín, pivoteado por Víctor Espinoza -recién ingresado- y por el segundo palo apareció José Aja para colocar la igualdad, que le significó a Wanderers pasar de tener las manos vacías a obtener un punto de honor y pintar una sonrisa en el rostro de cada wanderino que llegó al Elías Figueroa en el último partido de local en Primera División.
Lucas Suárez Torres
La Estrellla de Valparaíso