Sepa los riesgos de las carillas dentales, el tratamiento furor entre los famosos
El procedimiento que implica cubrir la cara delantera de los dientes con un material artificial para mejorar el aspecto estético, también conlleva complicaciones derivadas del desgaste dental que implica.
Ignacio Silva
¿Qué tienen en común Zac Efron, Becky G, Cristiano Ronaldo y Camila Recabarren? Aunque vienen de países distintos y se dedican a actividades diversas, a todos ellos los unen las carillas dentales, un popular tratamiento que tiene como objetivo mejorar visiblemente la sonrisa desde un punto de vista estético.
Pero aunque esta técnica ha ganado popularidad rápidamente en todo el mundo por sus resultados y por los famosos que han recurrido a ella, no se trata de un procedimiento que esté libre de riesgos, complicaciones o repercusiones.
"Es un procedimiento popular, debido a que muchos de los famosos se hacen este tipo de procedimientos para conseguir sonrisa perfecta y color más blanco, ya que el blanqueamiento no alcanza el color según las expectativas de la mayoría de los pacientes", describe Valentina Robles, Jefa de Clínica Santa Blanca. "Pero no es una técnica sencilla y hay varios riesgos que hay que tener en consideración antes de optar por ella".
La especialista explica que el procedimiento consiste en cubrir la cara vestibular (o delantera) de los dientes con un material artificial para mejorar el aspecto estético y, de hecho, hay dos tipos: "Están las carillas directas, que es un tratamiento de una sesión de una hora, y las carillas indirectas, que generalmente toma de dos a tres sesiones porque involucra trabajo de laboratorio. Estas son principalmente de porcelana o cerámicos con altos niveles de pulido y detalles estéticos".
Los mayores problemas estarían en estas últimas, principalmente por el desgaste dentario que implican.
"Ese procedimiento implica varios riesgos", apunta Robles. "El principal es la hipersensibilidad dentinaria que provocan en dientes vitales, sin endodoncia o tratamiento de conducto, ya que el desgaste expone la dentina de los dientes que a través de los túbulos dentinarios envía los estímulos térmicos o propioceptivos a la pulpa o nervio del diente, provocando dolor".
Sin embargo, ese no es el único contratiempo del procedimiento. "También se puede producir infiltración con caries de los márgenes de las restauraciones o de cementación por mala higiene o malos hábitos alimenticios, como el consumo de tabaco o café", agrega la especialista.
Además, comenta, hay que tener en cuenta que las carillas pueden dañarse o erosionarse a causa de bruxismo o costumbres como morderse las uñas. Por otro lado, carillas de resina son propensas a teñirse por consumo de alimentos con colorantes u otros como té o café.
Opciones
Además de los famosos, las carillas dentales han ganado popularidad por sus múltiples beneficios.
"Es cierto que se utilizan para corregir como fracturas coronarias o dientes rotos, diente con cambio de coloración o tinciones, dientes con diastemas o separados, irregularidades provocadas por caries o de nacimiento, o cambios leves en posición dentaria", dice Valentina Robles. "Por otro lado, hay que asumir que son altamente estéticas".
Por ello, tomando en cuenta sus riesgos y beneficios, la especialista comenta que las carillas son recomendables en casos "bien indicados". "Cuando sea estrictamente necesario corregir un defecto que no se solucionó con otras medidas más conservadoras, no en todos los dientes para algo estético".
-¿Cuáles serían las principales recomendaciones que le daría a alguien que está pensando en este procedimiento?
-Lo que yo recomendaría es que partan por los tratamientos menos invasivos. Que la primera opción sea las carillas directas, que requieren casi nada o en algunos casos nada de desgaste dentario y son más fáciles de manejar en cuanto a reparación o no cumplimiento de expectativas. Por otro lado, que se aseguren de que el tratamiento sea realizado por especialistas. Ese es uno de los puntos más importantes a la hora de realizarse cualquier procedimiento dental.