Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso

Sin duda alguna, durante las últimas semanas, el transporte público en la región de Valparaíso se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, sobre todo, para los estudiantes, quienes habitualmente deben utilizarlo para trasladarse a sus respectivas casas de estudios.

Frente a la problemática, las alumnas de la carrera Técnica en Educación Parvularia del CFT PUCV, en horario vespertino, se organizaron para encontrar soluciones junto a la institución: flexibilizar horarios y optar en ocasiones por la virtualidad.

Pese a que sostuvieron una reunión con el vicerrector de la unidad, aseguran que en la ocasión hubo malos tratos y respuestas inadecuadas. Solo esperan una solución en el corto plazo.

"Desde febrero estamos buscando una solución al tema de la presencialidad, ya que a muchas se nos dificulta el tomar locomoción, sobre todo, con todo lo que está pasando; la situación de la locomoción está peor que nunca. En primera instancia, queríamos llegar directamente a nuestra jefa de carrera, de la cual no tuvimos muchas respuestas, entonces seguimos el conducto regular y después de ella venía el vicerrector", explica Fernanda Osorio, delegada de curso.

A lo que añadió que, "enviamos un mail para pedir de una reunión y este miércoles se realizó. Nos dijeron que ellos no podían hacer nada, porque por la acreditación tienen que cumplir la presencialidad que dictamina el ministerio de Educación; se burlaron de nosotras. Se habían comprometido a entregarnos una respuesta este viernes, pero aún no sabemos nada".

Cftpucv

En consulta de lo denunciado, desde el Centro de Formación Técnica aseguraron que ya se han tomado medidas.

"Se adoptaron diversas medidas destinadas a proteger a nuestros estudiantes en sus trayectos, y facilitar su acceso a las aulas. En virtud de aquello se determinó que todas las sedes de la institución adelanten el término de sus jornadas vespertinas, desde las 23.35 horas, hasta las 22.20 horas. En específico, ello se aplica en nuestras sedes de Valparaíso, Viña del Mar, Quillota, Limache, La Ligua, La Calera y Puchuncaví. A eso se suma que todas las clases quedan respaldadas en una plataforma virtual, lo que permite acceder a sus contenidos en caso de inasistencia o algún otro problema de fuerza mayor", precisaron a través de una declaración.

Señalando además que, "en cuanto a la denuncia de malos tratos o respuestas inapropiadas por parte de una autoridad académica, queremos ser claros y consistentes en sostener que la institución tiene un código de ética que respeta la integridad de las personas, el cumplimiento de las normas legales, el respeto en todos los ámbitos de desarrollo institucional y la valoración de la persona en el centro de nuestras acciones y decisiones".

Este lunes 28 de marzo, en el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar, se realizarán los alegatos de clausura en el juicio contra los cuatro acusados por su presunta responsabilidad en el homicidio calificado del empresario Alejandro Correa, hecho registrado el 18 de mayo de 2020 en Concón.

A pesar del alivio para la familia Correa Uribe de llegar al final de esta etapa judicial, existe una sensación de orfandad, toda vez que el hecho que derivó en el brutal homicidio de Alejandro Correa tuvo relación con la ocupación ilegal de su terreno ubicado en el camino Calichero en Quilpué, toma que en vez de detenerse, creció tras el asesinato del empresario y se mantiene hasta el día de hoy, en varias decenas de subdivisiones.

"No hay que olvidar que mi padre, cuatro días antes de su muerte, puso una denuncia en Fiscalía, por usurpación de su terreno. Aproximadamente 10 casas. Posteriormente, cuatro días después, lo matan", recordó una de sus hijas, Valentina Correa.

"nos mintieron"

La joven admitió que tras lo ocurrido y dado el público respaldo otorgado por las autoridades, y en particular por el entonces intendente regional, Jorge Martínez, confiaron en que los estamentos harían cumplir el imperio de la ley y les sería restituido el predio de su padre, cosa que hasta el día de hoy no sucede.

"Nosotros como familia, ingenuamente, confiamos en que el Estado, el Poder Judicial, la gobernación, la intendencia de ese momento, nos iban a restituir aquello que nos habían quitado, pero no fue así. Si bien nos escucharon, también nos dilataron, también nos mintieron y hoy lo que tenemos es un sitio totalmente cercado, inaccesible", comentó Valentina, reconociendo que sin duda fue una buena noticia saber que la causa por usurpación no haya sido cerrada.

"La recuperación del terreno de mi papá es una tarea pendiente, una deuda que dejó el anterior gobierno, que pudiendo resolver optó por chutear el problema y su única preocupación fue que no los inculpáramos en los medios", agregó Valentina Correa.