El lunes 13 de junio fue la última audiencia de la demanda contra Everton de Viña del Mar de parte de cuatro de sus exjugadoras. La instancia fue sumamente violenta y por ello he querido realizar la siguiente reflexión. Los avances en el fútbol femenino son claros y sin retrocesos. Lo que antes soportábamos ya no será nunca más silenciado. Y, por eso, no vamos a soportar el descaro de que en una audiencia en donde se demanda por discriminación, despido injustificado y que además se les reconozca como trabajadoras del club, dirigentes de Everton de Viña nos falten el respeto diciendo que nuestro fútbol es amateur y aficionado. Que le falten el respeto a todas las personas que participan del mundo del fútbol femenino, reduciendo todo el trabajo, el mismo que realizan nuestros pares hombres, a una absurda y ridícula comparación de que lo que hacemos es un hobby, similar al amateurismo. Como dijo el abogado de Everton en la audiencia: "Le guste a quien le guste, el fútbol femenino es amateur, parecido al fútbol que se juega en los cerros de Valparaíso". Sin embargo, los amateurs son ellos y ni siquiera eso. Ellos no realizan su trabajo, se enredan en excusas y no quieren desarrollar el fútbol de manera correcta. Nosotras, organizadas, conseguimos la aprobación de una ley. No nos vamos a detener y vamos a insistir hasta ser reconocidas y, si siguen desconociendo al futfem, entonces lo que a ellos les gusta es el fútbol de hombres, pero no el fútbol. Señores, "le guste a quien le guste", nosotras sí somos profesionales.
Javiera Moreno,
directora de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Femenino