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Así opera el único centro de rescate animal de la provincia

En Concón, la fundación Ñamku recibe y rehabilita fauna nativa afectada por las actividades humanas y también animales exóticos que son decomisados por contrabando en las ferias libres de la zona.
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Jorge Trujillo - La Estrella de Valparaíso

En el Parque La Isla de Concón, próximo a la desembocadura del Río Aconcagua, se encuentra el centro de rescate animal administrado por la Fundación Ñamku, que se encarga de recibir y rehabilitar a toda clase de especies de aves y mamíferos, tanto endémicos como introducidos, que se encuentran imposibilitados de sobrevivir en su hábitat natural a causa de los efectos de la actividad humana.

Entre ellas se encuentran las aves afectadas por los derrames de petróleo o enredadas en las redes de pesca hasta los animales que se acercan cada vez más al hábitat urbano, y por cierto las especies decomisadas que son objeto de tráfico en el mercado negro.

Los doctores Eduardo Hernández y Pablo Salah iniciaron esta aventura mientras se desempeñaban en el Instituto Santo Tomás. Ante la falta de instalaciones adecuadas en la la zona para atender específicamente a la fauna silvestre y luego de hacerse cargo de las especies afectadas por el derrame de petróleo en la bahía de Quintero el 2014, iniciaron las gestiones para conseguir el espacio que cuenta con instalaciones y equipamiento adecuado para rehabilitar.

Pablo Salah, uno de los fundadores del espacio, indica que este centro de rescate fue posible gracias a la articulación entre diversos actores. "Entre la gerencia de ENAP y el Municipio de Concón nos entregaron este terreno de 1.200 metros cuadrados en comodato por cinco años y después se extendió a 30; luego llegaron los primeros containers a través de una donación de la ENAP y ahí conocimos a la gente de la FIA, una fundación de Estados Unidos que tras enterarse de nuestro proyecto ofreció su asistencia para construir las jaulas. Posteriormente sacamos la resolución de tenedores de fauna silvestre con el SAG y firmamos un convencio con Sernapesca. Desde entonces hemos ido creciendo un montón".

Financiamiento

El centro cuenta con modernas instalaciones entre las cuales se cuenta un hospital veterinario, jaulas de preliberación especiales con piscina para especies marinas como pingüinos, una jaula de vuelo para rehabilitación de aves rapaces de 60 metros de largo por 5 de ancho y 7 de largo, la que puede recibir cóndores; y la única jaula en Chile de dos metros de profundidad, especial para rehabilitar armadillos. "Existía mucho tráfico de armadillos capturados como mascotas, el SAG no tenía cómo hacer la incautación porque no tenía dónde llevarlos entonces nosotros hicimos la instalación para que puedan rescatarlos y se vengan para acá", comenta el doctor Salah. Si bien estos mamíferos provienen principalmente del norte del país, esto nos permite hacernos una idea de la importancia de este centro en cuanto a la conservación de la fauna silvestre.

Hay "ciertos animales que llegan y en una semana están en condición de ser liberados, mientras hay otros que pasan 3, 4 meses acá y no están todavía preparados, depende mucho de cómo lleguen. Hay especies que llegan muy mal y necesitan procedimientos quirúrgicos, como sutura de heridas".

A cargo del proceso hay 5 médicos veterinarios, además de técnicos y recientemente, gracias a un convenio con la UNAB el centro de rescate se convertirá en lugar de práctica para los futuros veterinarios.

"Lamentablemente en Chile no existen recursos por parte del Estado y la mantención de un centro así no es barato, SAG y Sernapesca no tienen prespuesto pero a las empresas que generan impacto en fauna sí se les cobra por la atención y con eso vamos manteniendo el centro", advierte Salah, considerando que a su juicio en Chile es necesario avanzar en la discusión de una normativa en que, o bien las empresas cuyas faenas afecten la flora y la fauna silvestre paguen un impuesto mensual establecido por ley o se contrate un seguro ambiental como ocurre en otros países.