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Folclor: la sabiduría del pueblo

La globalización, las modas foráneas, la indiferencia y la tecnología están afectando nuestras tradiciones culturales.
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Por Juan Guillermo Prado

Sucedió en Londres, el 22 de agosto de 1846. En las páginas de la revista The Atheneum apareció una carta del arqueólogo británico William J. Thoms quien inventó una nueva palabra: "folklore", compuesta de dos expresiones del inglés, "folk" (pueblo) y "lore" (conocimiento). Así pretendía reemplazar a diversas expresiones que se utilizaban en aquella época como "antigüedades populares" o "literatura popular".

Y vaya que lo logró. La Unesco declaró el 22 de agosto como Día Mundial del Folclor, para homenajear aquellas expresiones artísticas y autóctonas que reflejan las tradiciones, costumbres y rasgos culturales de cada pueblo, enalteciendo la identidad nacional. Pero no de cualquier pueblo. Por ejemplo, un ritual de una tribu en la selva amazónica pertenece a la etnología, ciencia que estudia las etnias primitivas.

Entonces el folclor surge cuando se unen las culturas de dos pueblos distintos. Es un conocimiento mestizo. En Chile apareció por allí por 1580, cuando los aborígenes del poblado de Andacollo comenzaron a rendir culto a una imagen de la Virgen encontrada al interior de un tronco de un árbol. En este sentido se puede afirmar que el folclor surge como tal cuando se incorporan elementos de dos culturas diversas: una conquistadora y colonizadora y otra sometida. Estos componentes perduran en el tiempo y forman, poco a poco, la cultura folclórica.

Pero el folclor es mucho más que eso. No hay lugar en el mundo en que esta cultura mestiza no congregue multitudes. En nuestro país hay festividades que, teniendo una fecha de celebración, se extienden por meses. La fiesta de La Tirana continuamente se está renovando en las calles y poblaciones de las ciudades del Norte Grande. Pero también hay eventos de carácter íntimo relacionados con el folclor que acontecen en el interior de los hogares.

No hay actividad humana donde no haya elementos folclóricos. Está en la literatura con los mitos, leyendas, refranes y expresiones de la vida diaria; en los artículos de uso diario, con distintos tipos de artesanía; en la gastronomía, con las comidas típicas; en los juegos y juguetes; en las fiestas y en la música y existe hasta un folclor mágico compuesto de las supersticiones, amuletos, pócimas, medicina tradicional que abarca diversos fenómenos, rechazados por la medicina clínica, como el mal de ojo, el empacho o los antojos.

Una Cultura Dinámica

La pandemia y los cambios culturales llegados del extranjero habrían afectado la vigencia de nuestro folclor. Al respecto, consultamos con Eugenio Bastías Cantuarias, secretario de la sección folclor de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía: "Considerando el largo plazo, es decir, hace más de 110 años, con la fundación de la institución que nos antecede, la Sociedad de Folklore Chileno, y el mediano plazo, con el surgimiento de la proyección y aplicación del folclor a partir de los años '50 del siglo pasado, estimo que, desde el punto de vista de los diversos aspectos con que cuenta la materia, el folclor nacional se ha ido desperfilando. Ha sido abandonado por nuevas tendencias como ha ocurrido con la introducción de juegos y consolas electrónicas. Las tradicionales pichangas, el juego de bolitas y hasta el volantín se han ido relegando por parte de nuestros niños. Sin embargo, intérpretes y cultores, últimamente se han manifestado muy activos demostrando que comprenden su papel social y cultural en sus comunidades".

-¿Qué se puede hacer para modificar el panorama?

-Bajo este panorama, un tanto desértico y escaso de referentes vivos que marquen la pauta de hoy, creo que no debe desecharse ningún esfuerzo ni instancia que pueda, en forma solvente y bien fundamentada, desde lo público o desde lo privado, desde la academia o desde lo barrial, hacer su aporte a que las expresiones de lo tradicional y sus aplicaciones artísticas y educativas sigan vivas, y eso incluye, por cierto, su evolución. No debe causar temor el cambio, la mezcla, el mestizaje, porque estos son elementos constitutivos de toda expresión de la cultura de un pueblo como el nuestro. Me refiero principalmente a voces del pasado y del presente cuyo discurso se basa en "la desaparición del folclor". Esa mirada catastrófica desconoce el dinamismo de la cultura, de la cual, por cierto, es parte el folclor. En palabras del recordado profesor Manuel Dannemann, "la cultura folclórica es mucha cultura y poco folclor".

Influencias Foráneas

Una visión similar tiene el periodista y cultor de la décima y cuarteta escrita Lautaro Muñoz Tamayo, quien señala: "La vigencia de nuestras expresiones culturales está en peligro desde hace mucho tiempo. Estamos en un mundo globalizado. Desde afuera llega lo bueno y lo malo. La tecnología hace que eso sea instantáneo. Por ejemplo, la llamada música urbana hoy domina la escena. Se trata de un fenómeno que es dirigido desde afuera, Miami y Puerto Rico, principalmente. Antes también recibimos influencias poderosas, como la del rock. Pero hubo agrupaciones que lograron una fusión muy interesante con la cultura de Chile, como Los Jaivas o Los Tres. No vemos mucha fusión en la música urbana, puesto que más bien se reproducen ideas e imágenes que ya se impusieron en Miami y Puerto Rico, el blin blin, la ostentación de las armas y el dinero. Pero es un fenómeno que habrá que ver cómo evoluciona. Admito que mi visión puede ser influida por mi pertenencia a una generación distinta y por mis gustos personales. Desde la Asociación Gremial Nacional de Trabajadores de la Poesía Popular, Poetas y Payadores de Chile, a la que pertenezco, hemos dado una pelea constante por la mantención del patrimonio cultural que es la verdadera paya chilena, que no es lo que muestra la televisión con versos vulgares y mal hechos. Desde nuestra entidad, y colectivos como los Payadores del Puerto y la Décima en la Décima, se trabaja para poner en valor esta expresión cultural. Y nos ha ido bien, ya son muchos los que saben distinguir el arte de la décima y la cuarteta de los malos humoristas que se presentan como payadores.

-Actualmente, ¿cuáles son las expresiones más significativas de nuestro folclor?

-Yo me muevo en el ámbito de la poesía popular, que tiene expresiones muy potentes y arraigadas en la cultura y el folclor chileno. No me atrevo a enumerar las expresiones folclóricas, porque puedo dejar afuera algunas que sean relevantes. Sin embargo, creo que el país ofrece una riqueza inigualable en cuanto a su folclor. Somos un país de montaña y mar y de una extensión única. A lo largo de la geografía, se dan numerosas muestras de esa diversidad cultural, desde las diabladas del norte hasta la tradición patagónica, pasando por la cultura campesina de la zona central y la tradición urbana. La cueca, por ejemplo, se presenta en diversos estilos. No es solo la del huaso, está presente también en Chiloé de otra forma o en lo urbano, como cueca chora o cueca brava. La música se expresa también en formas diversas, desde la tradición heredada de España hasta las que vienen de los pueblos originarios.

Ya se acerca septiembre, el mes donde reviven las expresiones más auténticas de nuestro folclor. Una de ellas es la cueca, nuestra danza nacional, que según investigaciones recientes tuvo un remoto origen en las desérticas tierras del Medio Oriente.