¿Qué son y por qué se forman los agujeros en la capa de ozono?
Si bien son más comunes en la Antártica, también impactan la protección contra la radiación ultravioleta presente en el Ártico.
EFE / N.E.
El agujero de la capa de ozono del que más se habla es el de la Antártida pero, a veces, el ozono protector sobre el Ártico también se destruye, como pasó en 2020. ¿Por qué hay menos episodios de este tipo en el hemisferio norte? ¿Hay luego anomalías meteorológicas?
La capa de ozono es un escudo natural en la estratósfera que protege la vida terrestre de los niveles nocivos de la radiación ultravioleta y es "vigilada" por estaciones de observación terrestres y satélites, como el Sentinel-5P del programa europeo Copernicus.
Todos los años en la Antártida, entre julio/agosto y octubre/noviembre, se forma un agujero en la capa de ozono, pero no así en el Ártico. En estas latitudes, los últimos se monitorizaron en la primavera de 1997, 2011 y 2020, y siempre han sido más pequeños que los del hemisferio sur.
La extensión máxima del agujero de 2020 se calculó en un millón de km2, poco si se piensa que sobre la Antártida, ese mismo año, el máximo fue de 24,8 millones de km2, dijo Diego Loyola, del Centro Aeroespacial Alemán (DLR).
Loyola es uno de los investigadores que hace dos años estudió, gracias a los datos del instrumento TROPOMI del Sentinel-5P, el "raro" agujero que se abrió sobre el Ártico. Según la revista Atmospheric Chemistry and Physics, hubo valores récord bajos de ozono.
"Desde el 14 de marzo y por cinco semanas, las columnas de ozono sobre el Ártico se vieron reducidas a lo considerado 'niveles de agujero de ozono', menos de 220 unidades Dobson", contó Loyola.
Cómo nace un agujero
El ozono es un gas presente en el aire y puede ser bueno o malo, dijo Javier García-Serrano, del grupo de Meteorología de la Universidad de Barcelona: el "malo" está a nivel del suelo y tiene que ver con contaminantes de automóviles o fábricas y el "bueno" nos protege de los rayos ultravioleta.
Los expertos subrayaron que para que surja un agujero en la capa de ozono deben coincidir varias circunstancias: temperaturas extremadamente bajas en la estratosfera, luz solar, campos de viento y sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC).
La temperatura en la estratosfera, más fría en la Antártida, está entonces ligada al agotamiento del ozono. Ello se debe a que las nubes estratosféricas polares, que juegan un rol en la destrucción del ozono, sólo se forman a menos de -78°C, dice la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Estas nubes tienen cristales de hielo que pueden hacer que los compuestos no reactivos se hagan reactivos, destruyendo el ozono ante la luz solar, que desencadena reacciones químicas.
Además, la mayoría del agotamiento del ozono ocurre en el vórtice polar, una región estratosférica donde los vientos que aíslan la masa de aire en su interior, manteniéndola a baja temperatura. Cuando las temperaturas empiezan a subir el agotamiento del ozono cae, el vórtice se debilita y se descompone, volviendo a niveles normales.
Influencia climática
Las sustancias que agotan el ozono se usaron en refrigeradores o extintores y se han ido eliminando gracias al Protocolo de Montreal, pero duran en la atmósfera décadas y sus concentraciones siguen altas.
Si los cambios en el ozono influyen en el clima es una vieja discusión y hay estudios que así lo apuntan.
En 2011 Science publicó un trabajo que constataba que el agujero de la capa de ozono afecta a la circulación atmosférica en el hemisferio sur hasta el ecuador y esto provoca un alza de las precipitaciones en los subtrópicos.
Recientemente, en julio pasado, Nature publicó otro centrado en el Ártico: cada vez que la capa de ozono ha adelgazado, se han visto luego anomalías meteorológicas en todo el hemisferio norte.