Cada día que pasa nos preguntamos ¿qué está pasando con nuestra sociedad y con nuestro país? ¿a dónde vamos a llegar con tanta delincuencia y tanto asesinato? Nuevamente tenemos que lamentar la terrible noticia de un nuevo mártir de carabineros asesinado por un delincuente; él solamente estaba realizando su trabajo de fiscalización de una carrera clandestina y si este carabinero por defenderse hubiese usado su arma de servicio en contra de ese delincuente y este hubiese muerto, hoy estaría detenido ese carabinero y esperando ser juzgado. Parece que las autoridades de nuestro país quieren que los carabineros salgan a las calles solamente con la luna y dejen sus armas en los cuarteles y parecerse a todos los patrulleros municipales.

Nuestro país cada día se hunde más a causa de la delincuencia y que nuestras autoridades no quieren detener.

Marco Castillo

¿Qué hizo o no hizo la DC, para que muchos de sus legendarios militantes hayan renunciado a la falange?

Todos los que viven en el planeta político tienen sus respuestas, que se cargó mucho para la izquierda, que hacía "ojitos" con la derecha, que nunca se empoderó (se la creyó) en el centro político, que habían muchos bandos en su interior y cada uno con su propia falange, o el siempre presente fantasma de ser el "Vagón de Cola" en las últimas alianzas políticas en las que participó; la falta de una figura señera que unificara las opiniones (de esas que dejaron huellas en la DC), y se podría seguir buscando respuestas...

Y si la causa real, y creo que no redescubro la rueda, es que la Democracia Cristiana, con el paso del tiempo, no perseveró en ser, sí o sí, Democrática y Cristiana, juntas y no por separado, y dejó de representar a todos quienes tenían grabadas esas dos palabras, y que fueron las elegidas por los fundadores de la falange el 28 de julio de 1957 para representarla...

La DC nunca debió perder su ADN, Democrática y Cristiana, para convertirse en el lugar donde convergen, quienes no gustan de los extremos, DC... De Centro...

Luis Enrique Soler

Nunca se sabe quien es el pillo acá. La Araucanía sigue vivita y coleando. Los rateros, en masa, metiendo las manos donde no deben. Los políticos, mullidos en sus sillones, solo piensan en acumular más dinero. Los Carabineros, que ya no usan carabina, deberían cambiar de nombre. Ellos mueren día a día, en manos de criminales. Nadie los protege. Para eso se les paga. Está convertida en una profesión adecuada para perder la vida en el menor tiempo, tal como canta un gallo. El Gobierno duerme la noche eterna. Solo se va en proyectos, viajes y promesas, en que todas mueren en el Senado. Ya que allí no existen los verdaderos Senadores controladores, fueron reemplazados por los Cenadores. De cuello y corbata, que van con una servilleta en el cuello, por si se derrama el vino tinto sabor a dulce, mientras ellos cenan. ¿Quién le pone el cascabel al gato a tal algarabía? Viva el Colo-Colo.

Renato Norero