Abrazos finales en un año para el olvido. Santiago Wanderers derrotó por dos goles a cero a Deportes Santa Cruz y cerró con un triunfo su participación en el torneo de Primera B, ubicándose finalmente en la novena posición de la tabla con 42 unidades, por lo que ya se esgrimió la cada vez más manoseada promesa de que la próxima temporada se volverá a Primera División de la mano de un nuevo técnico, ya que Miguel Ponce, quien no aceptó preguntas de los medios tras el partido, no continuará en el club.

En un primer tiempo para los bostezos, fue Deportes Santa Cruz quien siempre estuvo más cerca del gol. Los del sur avisaron con remates de Diego Arias y Pedro Muñoz, pero carecieron de la puntería necesaria para ponerse en ventaja antes del descanso.

En el segundo lapso el Decano despertó, lo que se tradujo en una primera chance de Carlos Muñoz, quien en carrera definió cruzado, encontrando la sólida respuesta del golero Rodrigo Paillaqueo.

A los 58' finalmente se desnivelaría el marcador gracias a un mortal contragolpe verde. Muñoz recuperó el balón tras un córner de la visita y cedió para un Jason León que, tras ganar varios metros, cedió para un Benjamín Iglesias que posteriormente habilitó a Carlos Cortés. El colombiano, tras eludir al arquero rival, quedó desperfilado y la entregó para un Lucas Cepeda que abrió la cuenta en el Nicolás Chahuán de La Calera.

Minutos más tarde el mismo Cepeda casi aumenta las cifras, pero su disparo tras una gran jugada individual se fue algo ancho. Los de Héctor Adomaitis no fueron meros espectadores en el complemento y también contaron con su oportunidad, pero Fernando Hurtado estuvo notable para desviar un cañonazo de Diego Pezoa a los 84'.

Ya en los descuentos, Carlos Cortés aprovechó un pase entre líneas de Jaime Valdés para meterse al área y rematar cruzado, poniendo la segunda y definitiva diana de la brega. El delantero cafetalero celebró dándole un abrazo a Miguel Ponce, quien dejó la banca porteña con 23 partidos dirigidos en la Primera B, lo que bastó de sobra para salvar al equipo del descenso pero no para llegar a la liguilla.

Monólogo en el adiós

Tras la brega, desde el departamento de comunicación de Wanderers informaron que Miguel Ponce no respondería preguntas y que el ya extécnico de los porteños solo se limitaría a esbozar una declaración a modo de despedida.

"Ha sido un proceso muy difícil, uno de los trabajos más difíciles que me ha tocado. Generalmente los proyectos parten meses antes de la primera fecha y desde ahí se empezaron a cometer errores. Yo llego a tratar de solucionar cosas", comenzó diciendo el "chueco", para posteriormente agregar que " se sacó la tarea adelante, que era salvar a Santiago Wanderers de un descenso inminente. Lo recibimos con 7 puntos y lo devolvemos con 42, eso resume mucho lo que hicimos como cuerpo técnico".

En sus últimas palabras como adiestrador de los caturros, el exlateral izquierdo recalcó que "agradezco a la gente, porque es una tremenda hinchada, porque va al estadio, crecí en la Católica y jugué en la 'U', por lo que sé que este es un equipo grande por su hinchada, por el fanatismo de ella".

Ahora la regencia porteña se enfocará de lleno la elección del nuevo cuerpo técnico para la temporada 2023. El principal candidato a asumir la nueva versión de la llamada "operación retorno" es el uruguayo Francisco Palladino, quien se reunirá en las próximas horas con la regencia verde para discutir el proyecto del club.

Desde el interior de la sociedad anónima wanderina quieren tener sellado a su nuevo entrenador a más tardar durante la próxima semana.