"Postal" de Viña sigue sumando incivilidades, ruidos y mal vivir
Población Vergara y sector Casino no se salvan de la instalación de carpas, personas en situación de calle y venta ilegal de alcohol; problemas que se suman a los altos decíbeles de bares y locales nocturnos en un barrio no comercial.
El problema del comercio ambulante, que muchas veces va de la mano con la proliferación de delitos, además de la migración ilegal y personas en situación de calle, son prácticamente temas recurrentes y sin resolver en varias comunas de Chile. Viña del Mar no es la excepción y uno de los sectores de mayor exposición turística como es la avenida Perú, sector Casino y Población Vergara, hace rato que reclama por estos y otros problemas de ruidos molestos que aún no logran tener solución.
María Adela Baeza, expresidenta de la junta de vecinos 55 Casino, evidenció esta semana carpas en la plaza Colombia, venta de alcohol en la avenida Perú a plena luz del día y el caso de un hombre extranjero que en situación de calle vive, duerme y hace sus necesidades en plena vereda de calle 5 Norte con 5 Poniente.
"Denunciar y buscar una solución en la municipalidad no ha servido. Ha llegado la hora de poner de poner un recurso de protección ante el abandono, suciedad, insalubridad, pues las personas que acampan tienen que realizar sus necesidades biologicas y lo realizan en los pocos espacios públicos y verdes que aún tenemos y en los contenedores de basura. Es una vida indigna para los y las viñamarinos y también para la personas que están en esa situación", sostiene la exdirigenta que con fotos en mano no se cansa de denunciar y pedir ayuda para erradicar estos hechos en el sector.
Los molestos ruidos
Además de estas situaciones puntuales denunciadas, vecinos reconocen que las personas que viven en la calle se ven en mayor cantidad, no obstante creen que es una problemática que trasciende el sector, no así los ruidos molestos que apenas dejan descansar a las familias por las noches.
Hernán Madariaga quien retornó a la población Vergara, tras vivir su infancia en el lugar, sostuvo que los bares y locales nocturnos que conviven con el sector residencial, no miden sus decíbeles y perturban a todos.
"Es necesario abordar en esta nueva discusión que se viene por el plan regulador como planificar mejor la ciudad, incluyendo a la población Vergara, que hoy tiene una vocación mixta (residencial y comercial). Yo vivo frente al Bargoño y prácticamente todos los días se sobrepasa el límite permitido de decíbeles en horarios que la población debe descansar. Hay días que no se puede conciliar el sueño y en el caso específico de este local posee una ampliación adosada al muro de contención de un vecino y y según entiendo debían demoler o regularizar el problema y hasta ahora no se ha hecho", se explayó el vecino.