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80 millones de dólares en riesgo si Año Nuevo en el Mar no va

De infarto se encuentran los gremios turísticos de la zona ante la prosibilidad de que no se realice el tradicional espectáculo. Subsecretaría de Fuerzas Armadas da luz de esperanza: autorizó testeo del cuestionado material.
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Francisca Palma Schiller

Inquieto se encuentra el gremio turístico de Valparaíso y Viña del Mar ante la posibilidad de que no se realice el show pirotécnico para Año Nuevo producto de las complicaciones en la fecha de caducidad de los artefactos.

La noticia, que remeció a la zona este miércoles, sigue causando reacciones en Valparaíso y Viña del Mar, sobre todo porque las comunas ya se encuentran en la cuenta regresiva para recibir el 2023: gremio hotelero y gastronómico ha puesto sus fichas en el éxito de esta celebración.

Con reservas completas y expectantes a lo que pueda pasar en las próximas horas, el turismo está de infarto. "Sería un golpe muy duro", declararon.

"Indudablemente estamos frente a un escenario complejo. Como Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP) estamos muy preocupados porque, a la fecha, no hay certeza de que el espectáculo pirotécnico de año nuevo se realice. Por ello, les pedimos a las autoridades competentes que agilicen los trámites administrativos que nos permitan contar con los fuegos artificiales. Estamos a pocos días del año nuevo y nuestra región no puede darse el lujo de perder un evento tan importante como éste, que es parte esencial del impulso que necesita la actividad económica y turística local", subrayó José Pakomio, presidente de la CRCP, quien detalló que esta fiesta genera un ingreso cercano a los 80 millones de dólares y que "permite impulsar la creación de empleos formales en nuestra región".

"Son muchos los emprendedores, pymes y empresas del turismo, gastronomía, servicios y tantos otros que han realizado un gran esfuerzo para sumarse a la reactivación económica tras la pandemia. Por ello, esperamos la colaboración del Ejecutivo para destrabar la situación que complica en este minuto al evento de fin de año más importante del país, como es el Año Nuevo en el mar, porque una suspensión a última hora sería un golpe muy duro que no todos podrían superar", añadió.

Junto con lo anterior, el gremio entiende que hay temas de seguridad de por medio, por lo que la Cámara Regional también espera que se cumplan todas las medidas que sean necesarias "para asegurar un espectáculo pirotécnico seguro y de calidad".

Entre la espada y la pared

Para Rodrigo Rozas, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, "existe un grado de nerviosismo".

"Se pone en juego el destino turístico y los resultados turísticos. Todavía no queremos pensar en consecuencias", reveló, catalogando que la situación los mantiene "entre la espada y la pared".

Sobre cómo equilibrar la economía y la seguridad de las personas, punto que ha mencionado el propio Ejecutivo por estos días, Rozas manifiesta que "hemos hablado con algunos expertos que tenemos como gremio y dicen que lo peor que puede suceder es que no explosen".

En cuanto al peor escenario que pudiese ocurrir, ¿habría un plan B?

"Se está analizando la disposición de lugares donde podría haber un sector de entretención, un lugar de fiesta. Se está viendo el tema de tener algun espectáculo como intervención urbana en el muelle Vergara y en Reñaca (ver nota en pág.3). Eso tenemos como posibilidad de tener una fiesta de fin de año un poco más atractiva, además del show de drones que ya está confirmado, licitado", puntualizó.

Autoridades

Quienes también siguieron entregando sus reacciones al respecto fueron autoridades de la zona: desde el Congreso hasta el Concejo Municipal.

El diputado Tomás Lagomarsino, por ejemplo, aseguró que pudo intercambiar palabras con la ministra de Defensa, Maya Fernández, sobre esta problemática.

"Pude conversar con la ministra de Defensa sobre la situación que tienen los fuegos artificiales y que estaría, por su puesto, afectando el litoral de la región de Valparaíso. En este sentido, ella me manifestó que están haciendo un esfuerzo importante para poder, dentro del marco regulatorio que tenemos como país, destrabar esta situación, pero me sinceró que la situación se encuentra bastante compleja de resolver y que por su puesto, existe un marco normativo bastante estricto sobre estos elementos y que podría llevar a que no se pudieran liberar", indicó el parlamentario.

"Esto es bastante preocupante sobre todo considerando que organismos locales estaban en conocimiento, según ella me manifestó, del vencimiento de estos fuegos artificiales y que no adoptaron las medidas pertinentes para destrabar la situación a tiempo", agregó.

Por su parte, el concejal de Valparaíso, Thelmo Aguilar, presidente de la Comisión de Cultura, aseveró que los fuegos artificiales no están vencidos. "Estos elementos tienen 10 años de duración que todavía corresponden a la vida útil de uso", detalló.

"Lo que sucedió es que el permiso que da la autoridad competente (Dirección General de Movilización) tiene el plazo de dos años, por lo que la situación es que caducó el permiso, pero que los fuegos estén vencidos que eso es otra cosa muy distinta. Los permisos entonces fueron los que se atrasaron, lo que es una responsabilidad de la empresa que se ganó la licitación, por lo que ahora es el Ministerio de Defensa y el presidente Boric el que deberá tomar las cartas en el asunto y hacer las pruebas pertinentes para comprobar si los juegos de artificio están en condiciones de utilizarse o no", expresó la autorida d local, quien precisó que ya se están estudiando sanciones contra el proveedor, inhabilitación que podría terminar, incluso, con el contrato.

SUbsecretaría aprobó TESTEO

Mientras todo esto sucedía en la región, desde Santiago también se realizaron gestiones para destrabar el complejo escenario: la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas entregó declaraciones. Documento informó que se realizarán pruebas de testeos.

"Se ha decidido autorizar, de manera extraordinaria, que el ente controlador ordene al IDIC, previo cambio del actual reglamento, realizar las pruebas de testeo del material, con el objetivo de certificar su actual estado", declararon, mencionado, además que "una vez realizadas estas pruebas técnicas en terreno, y solo si cumplen con el estándar de seguridad requerido, podría autorizarse la realización de estos espectáculos, de lo contrario, y actuando con absoluta responsabilidad y en protección a la ciudadanía, estos deberán ser suspendidos".

Hasta el cierre de esta edición, la incertidumbre seguía latente, por lo que aún se está a la espera de qué resultados arrojarán las pruebas de técnicas.

8 días faltan para la llegada del 2023: Valparaíso y Viña del Mar están a contrarreloj por esta situación.

efectos colaterales de los fuegos

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No solo las autoridades y representantes de los gremios turísticos tuvieron algo que decir: la población también reaccionó. "Si bien los vecinos comprenden que, desde la perspectiva del comercio y del turismo la celebración del Año Nuevo con fuegos artificiales significa una excelente apuesta económica para ellos, el barrio viene padeciendo desde hace tiempo por los efectos colaterales: más basura, más delincuencia y ruidos que ponen nerviosos a vecinos que padecen de enfermedades mentales, al corazón, del espectro autista y otras. Sin dejar de mencionar a las guaguas, niños y niñas pequeños que también padecen, como asimismo a las mascotas. Tampoco olvidemos los perros de la calle", reflexionó María Adela Baeza, ex presidenta de la Junta Vecinal Casino y actual dirigente del Observatorio Ciudadano. "Si se autorizara la realización de este espectáculo pirotécnico poniendo en riesgo la integridad física de la personas, sería una vergüenza incomprensible para la ciudadanía chilena y extranjera que estará en Viña del Mar. ¿Serán los intereses de unos privados más válidos que los intereses de la población?", interrogó tajante.