Los factores que conspiraron en el descontrol del fuego
La hora en la cual se inició, la intensidad del viento, la topografía y vegetación, son parte de las variables que predominaron, según expertos.
Mirian Mondaca H. - La Estrella de Vallparaíso
18:38 horas del jueves 22 de diciembre y -según información emanada desde la mesa técnica del Comité de Gestión de Riesgo de Desastres Nacional, encabezado ayer por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve- en zona de la interfaz de la comuna de Viña del Mar se iniciaba el incendio forestal que suma cientas de viviendas destruidas y dos personas fallecidas. El momento del día en el cual se inició hacia presuponer que el combate de las llamas sería duro y los pronósticos no fueron errados; algo de lo que da cuenta la velocidad con la cual se expandió el fuego, lo que derivó en una enorme extensión de terreno afectada, la que bordea las 125 hectáreas.
Con prácticamente solo un par de horas de luz por delante, los equipos de emergencia corrían contra el tiempo para intentar controlar el fuego. Brigadistas y bomberos pusieron todo de sí, pero la voracidad del fuego fue tal que inevitablemente a medida que pasaron las horas la superficie quemada fue aumentando. Para cuando se retomó el combate del siniestro por aire con la llegada de la luz día fue notorio el avance del incendio.
Pero junto con aquel desafortunado factor del horario en el cual se inició el siniestro, hubo otros factores de distinto orden que también confabularon para el rápido avance del fuego. Entre estos se cuentan el abundante viento , alta temperatura y las características topográficas del lugar.
"En términos climáticos, hemos tenido un diciembre con olas de calor sucesivas, con poca humedad y con un fenómeno que es más o menos habitual, que es vientos muy intensos, sobretodo en la tarde. Esa quebrada (donde se expandió el incendio) es estrecha, profunda y muy empinada, lo cual favorece justamente todos los vientos que estimulan el crecimiento del fuego. Esa combinación de elementos climáticos con topográficos me parece que deterninó el escenario complejo que vimos", enfatizó Jorge León, experto en planificación territorial, investigador principal de CIGIDEN y académico de la Universidad Técnica Federico Santa María.
Esto último también es compartido por el académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso PUCV, Ariel Muñoz, experto en incendios forestales y riesgos asociados al clima. De hecho, aclaró que cualquiera de los factores mencionados puede gatillar un siniestro aunque el resto no influya. "Que tengamos un día de baja humedad o de alta temperatura o de alta velocidad del viento, es un día de mucho riesgo para incendios forestales. Más aún si se combinan los tres", añadió.
Sequía y vegetación
Los expertos también pusieron el acento en la sequía sostenida que se mantiene en la región y también en el tipo de vegetación existente en la zona afectada. En ese sentido, la más de una década de baja extrema en las precipitaciones ha llevado a que exista una condición de sequedad de la vegetación, que es combustible.
Por último, en cuanto a la vegetación, León remarcó que, en general, al borde de todo el perímetro del Gran Valparaíso está totalmente colonizado por especies exógenas, básicamente pino, pino radiata y eucalipto, "que son remanentes de esfuerzos de plantación que se hicieron hace un siglo, no es un tema nuevo". Estas especies se caracterizan porque consumen mucha agua, por lo tanto van secando el territorio.En el caso de los bosques esclerófilos en cambio, las raíces son mucho más profundas para acceder al agua y de esta manera no secan tanto la cubierta vegetal. "Además, son especies que tienen una carga combustible mucho mayor", sentenció el experto, cuya casa de estudios ha hecho análisis para determinar cuáles son las especies más inflamables, y el eucalipto es una de las que encabeza esa lista.
Justamente considerando esto último, Muñoz enfatizó que se necesita una legislación apropiada para la interfaz urbano-forestal, "que sea radicalmente distinta de las legislaciones que estamos aplicando en zonas rurales, donde la densidad poblacional es mucho más baja". De hecho, es realmente preocupante que pese a que cada año ocurren siniestros forestales y la región es un na de las más afectadas no existan restricciones para alejar estas especies de alta inflamabilidad de zonas donde viven personas.