Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

La primera década de un sueño llamado Rojo Galería

El espacio ubicado en calle Miramar 175 de cerro Alegre celebra 10 años desde que su director, Cristián Rojo, concretó el proyecto de tener una galería para difundir desde Valparaíso el arte contemporáneo nacional.
E-mail Compartir

Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso

Desde 2023 Cristián Vega es oficialmente Cristián Rojo. Solo falta que el director de Rojo Galería (Miramar 175, cerro Alegre) vaya al Registro Civil a retirar su nuevo carné de identidad. "Decidí tomar el apellido de mi madre como un homenaje -cuenta-, porque ella fue quien más me ayudó a concretar este sueño. Siempre me dio alas para hacer lo que yo quería y con mucho esfuerzo pude adquirir esta propiedad. Recibí ayuda económica de mi mamá y se la devolví toda. Al principio comencé arrendando el primer piso y yo vivía en la que hoy es una de las salas de la galería".

Desde los inicios de Rojo Galería ha pasado ya una década, tiempo en el cual se ha consolidado como una ventana para el arte nacional desde Valparaíso, que fue el objetivo que se planteó Cristián Rojo en 2012, quien define este espacio como "una galería de arte contemporáneo, principalmente pintura, que es lo que a mí me hace vibrar, el trazo, el color, el mensaje que entregan los artistas. He logrado reunir un grupo de artistas que encuentro fenomenales en la escena contemporánea nacional y también hemos incorporado objetos de artesanía y diseño".

Rojo Galería tiene cuatro salas: la recepción, donde es posible encontrar objetos de artesanía de distintos puntos del país; una sala para el street art o muralismo; con nombres como "Mono" González, Mauro Goblin, Anis y Daniel Marceli; otra dedicada a figuras de la pintura contemporánea actual, con obras de José Fernández Covich, José Benmayor, Matías Santa María, Carlos Vidal y Víctor Castillo, entre otros, y una cuarta sala dedicada exclusivamente a artistas que se han inspirado en Valparaíso, entre ellos Mauricio Ojeda, Carolyn Tchimino, Andrés Herrera Pagliettini, Rodrigo Santiagos, Ernesto Díaz y Mauro Carvajal.

De ee.uu a valparaíso

El camino de Cristián Rojo hasta llegar a Valparaíso e instalar su propia galería de arte no ha sido fácil. El director de Rojo Galería nació en Vallenar y se tituló de relacionador público, hasta que una invitación de una amiga para viajar a Estados Unidos cambiaría su destino. "Me iba por tres meses -cuenta- y finalmente me quedé 12 años y medio, desde 1994 a 2007. Siempre me había interesado lo artístico, así que estudié Artes en un community College, cerca de Palo Alto, donde está Silicon Valley. Todo el mundo estaba en la era digital y yo intentaba encontrar mi lugar en la escena del arte. Siempre quise estudiar inglés, así que dentro del programa de English as a second language (ESL) había grados asociados y decidí ingresar a arte, al tiempo que trabajaba como mentor de niños latinos en riesgo social".

"Sin embargo, con el boom de Silicon Valley -agrega- subió mucho el costo de la vida en Palo Alto, que queda cerca de San Francisco, entonces se hacía difícil vivir ahí. Yo iba los veranos a Los Angeles, donde había un grupo de chilenos que me ofrecieron la posibilidad de irme definitivamente a esa ciudad, así que me mudé en 2001".

Durante su estadía en Los Angeles trabajó en el mundo de la moda, para marcas como GAP, hasta que decidió vivir del arte: "Tenía ya una colección de obras y quería ejercer lo que había estudiado, ya que estaba aburrido del ambiente del retail, porque lo encontraba muy superficial. En ese momento conocí a mi mentora, Sandra Mastroianni, hija de inmigrantes argentinos. Ella me dio todas las herramientas para desenvolverme como artista y también como galerista. Sin embargo, en 2007, después de más de 12 años sin venir a Chile y no ver a mi familia, decidí volver. Mi mentora pensó que estaba loco, porque ya me había hecho un nombre allá".

Al llegar a Santiago, Cristián Rojo consiguió un socio financista para instalar una galería de arte y bazar boutique en el Castillo Rojo, en Providencia, propiedad que fue vendida. Luego, con el mismo socio participó en proyectos en Valparaíso que no prosperaron, hasta que en octubre 2012 se instaló con Rojo Galería. "Jamás pensé -asegura- que podría adquirir esta propiedad, porque yo decía debe costar cientos de millones. Por eso digo que para mí la galería ha sido un sueño cumplido. La vida en Estados Unidos no fue fácil y tampoco lo ha sido Valparaíso, una ciudad que yo amo con pasión, la cual me ha dado cosas muy bonitas y otras no tanto, desde robos hasta decepciones personales, laborales y románticas. Valparaíso ha sido una escuela para mí".

Pese a las decepciones y los momentos difíciles, el director de Rojo Galería insiste en su proyecto: "Cuando yo pude comprar la casa lloré de alegría. Yo vengo desde abajo y si bien a mis papás en un momento les fue muy bien, como familia hemos vivido realidades muy distintas. También he sido discriminado y ninguneado, incluso acá en esta ciudad cuando vine a presentar mi trabajo, me dijeron 'no apoyamos artistas que no sean de Valparaíso'. Pero yo siempre he roto puertas y encontré mi espacio".

Rojo Galería abre de lunes a domingo, en horario continuado de 10.00 a 18.00 horas. En Instagram @rojo_galeria y en la web www.rojogaleria.com