A prisión "el mono": habilidades de ocultamiento elevan su peligrosidad
Tribunal estimó que último implicado en el crimen de la suboficial mayor Rita Olivares y quien era chofer de la banda, se escondió por más tiempo pese a estar baleado. Además, hechos ocurrieron en "su esfera de resguardo".
Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso
En prisión preventiva quedó "el mono", último implicado en el crimen de la suboficial mayor de Carabineros, Rita Olivares, en Quilpué. Así, la banda completa involucrada en el asesinato de la policía quedó tras las rejas, mientras continúa la investigación a cargo de la PDI y la Fiscalía.
A Cristian Alejandro Rodríguez Figueroa, 25 años, -al igual que a sus compañeros- se le imputó homicidio consumado respecto de Olivares, homicidio frustrado en relación a tres carabineros, asociación ilícita, robo con violencia e intimidación y porte ilegal de arma de fuego.
Tenía que esperarlos
Según expuso la fiscal Mónica Arancibia, la participación que habría tenido "el mono" sería de conductor, pues mientras los restantes cinco individuos ingresaron a robar al domicilio de la calle Toltén de Belloto Sur, Quilpué, lo que originó la llegada de Carabineros, Rodríguez los habría esperado afuera en un auto para escapar.
Ante la presencia policial, los sujetos huyeron del domicilio trenzándose en un fuego cruzado con las dos patrullas que llegaron al lugar. El carro de la suboficial Olivares se cruzó para impedir la huida del auto de los involucrados, ocasión en que la uniformada recibió un tiro sin darle tiempo de reaccionar, falleciendo momentos después.
Luego del intercambio de disparos, sostuvo el Ministerio Público, en el auto abandonado se halló una mancha atribuible a sangre en el lugar del conductor, lo que a juicio de la fiscal Arancibia "es relevante" porque "de todos los imputados, Cristian Rodríguez es el único que presenta una herida por arma de fuego".
Herido a bala
Aquella herida, "el mono" la tenía al momento de su detención, tras lo cual en su constatación de lesiones aseguró que era de hace seis días, lo que para la persecutora es un intento de que no se le vincule con el hecho investigado, pues "si hubiera resultado herido en otra situación, hubiera ido a un centro asistencial". Esto "reafirma su participación", sostuvo Arancibia pese a que las pruebas de ADN están pendientes.
De esta manera, Arancibia aseguró que todos los imputados, amigos entre sí, se coordinaron mediante "contactos previos" para "cometer diversos delitos", configurándose una asociación ilícita, pues "hay una situación más allá de la amistad".
En ese contexto, continuó la abogada, "concurrieron todos armados teniendo un dolo común porque no es un hecho casual, no es alguien de una aplicación que desconociendo el hecho le pidieron transporte. Se coordinan, programan y llevan elementos y alguien tiene que manejar, que es una situación puntual, porque todos iban con la intención de robar y de herir a cualquiera que se opusiera".
Al momento de resolver la prisión preventiva, la jueza Paula Millon acogió lo planteado por Fiscalía en cuanto organizaciones previas que podrían constituir asociación ilícita derivando en la planificación del robo que antecedió al homicidio, donde también la magistrada Millon dio al imputado Rodríguez por posicionado.
La jueza Millon destacó que el crimen "más gravoso", el crimen de Olivares, ocurrió "en la esfera de resguardo y cuidado del conductor del vehículo", por lo que "el mono" "se encuentra en la mejor posición para disparar. (...) Por tanto, si alguien tiene mayor control sobre lo que ocurrió en el exterior del domicilio, es precisamente el chofer del vehículo interceptado por el vehículo policial", dijo la magistrada.
Evadió a la justicia
Asimismo, Millon afirmó que el último imputado es incluso más peligroso que sus compañeros de delito debido a las habilidades que tuvo para esconderse por más tiempo que ellos. "Hay un peligro para la seguridad de la sociedad de alto nivel", afirmó la magistrada, quien también consignó riesgo de fuga y de obstrucción a la investigación al momento de decretar la prisión preventiva.
"No solo tuvo éxito en su ocultación, sino que además fue la única persona lesionada el día de los hechos y a pesar de aquello tuvo éxito ocultándose de la acción de la justicia evadiendo incluso el ir a un centro asistencial. Estas circunstancias lo ponen en un rango de peligrosidad mayor por cuanto cuenta con herramientas que le permitieron mantenerse oculto pese a a ser ampliamente buscado", cerró la jueza.
4 días logró mantenerse oculto y evadir a las policías el último involucrado en el crimen de la suboficial Olivares.