Butacas del extinto Cine Hoyts están a la venta en redes sociales
Desmantelamiento terminó por borrar 77 años de historia de cine en el edificio porteño, que ahora pasará a ser un "mall chino".
Gian Franco Giovines - La Estrella de Valparaíso
El 11 de abril de 1945, la avenida Pedro Montt de Valparaíso vistió por una noche todo el glamour hollywoodense. Y es que aquella no era una velada cualquiera: era la noche de inauguración del Cine Metro, con la exhibición del filme "Bathing Beauty" y con nada menos que la presencia de Esther Williams, por entonces una de las estrellas más populares del cine estadounidense.
Aquella velada, significó el puntapié inicial de un edificio espléndido, de arquitectura art déco y que contaba, como principal atracción, con una gran sala para la exhibición de espectáculos de igual resonancia.
"Valparaíso era una de las capitales, si no la gran capital del cine en Chile", sostiene Patricio Zamora, académico del Centro de Estudios y Gestión del Patrimonio de la Universidad de Valparaíso.
Más tarde, en la década de 1980, el cine dividió su gran sala y pasó a llamarse Metroval, para finalmente en 1998 pasar a manos de la cadena australiana Hoyts, que llenó las salas con olor a popcorn hasta octubre pasado, cuando la privada decidió cesar sus funciones en Valparaíso, poniendo fin con ello a 77 años de tradición cinematográfica. Hoy, sus butacas se venden a $50 mil pesos en redes sociales.
Aunque la Municipalidad de Valparaíso expresó a la inmobiliaria del edificio su voluntad de que este vuelva a ser un espacio cultural, las conversaciones no llegaron a buen puerto, y según se conoció en distintos medios, el inmueble ahora pasará a ser un "mall chino", dejando atrás sus años de riqueza cultural.
"otra puñalada más"
Para el profesor Patricio Zamora, el desmantelamiento del Hoyts "representa el acto final de una decadencia que comenzó mucho antes. Entre la llegada del VHS y luego del DVD sumado a una política cultural inexistente por parte del Estado".
Asimismo, se muestra preocupado por la pérdida de los espacios culturales: "El cierre de espacios para las artes y la cultura atenta no sólo contra el gremio de artistas y dueños de esos lugares, sino que también contra la mantención de la identidad de una ciudad que siempre tuvo un rol relevante en relación a las representaciones artísticas diversas", asegura el historiador.
Para el académico UV, la gestión de la cultura en las comunas debe pasar a las manos del Estado: "No se debe dejar en manos de los alcaldes de turno una política cultural que debe ser de Estado (...) Lo que ha habido es improvisación, descuido y desidia. Es clarísimo que no hay interés en gestionar la conservación de estos espacios", concluyó Zamora.
El concejal Dante Iturrieta (UDI), coincide con esta apreciación: "Claramente hay un tremendo deterioro y atentado al patrimonio de la ciudad y lamentablemente se sigue acentuando. Para los nostálgicos porteños, en los cuales me incluyo, es darle otra puñalada más a nuestra ciudad y a la avenida Pedro Montt (...) Es triste ver cómo nadie, ninguna autoridad comunal o regional pudo gestionar y lograr mantener la nostalgia porteña", sentenció el edil.