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Temor, indefensión y abandono: los sentimientos tras el uniforme

Dos hombres y una mujer de Carabineros y la esposa de un funcionario entregaron sentidos testimonios luego del tercer mártir de la institución en 23 días. "Es impotencia porque les están asesinando a sus compañeros", cuenta la familiar.
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Belén Velásquez - La Estrella de Valparaíso

En menos de un mes, un país completo se ha impactado tres veces por los cruentos asesinatos cometidos contra carabineros: el cabo Álex Salazar en el BiobÍo, la sargento Rita Olivares en Quilpué y recientemente el cabo Daniel Palma en Santiago. El tema es aun más sensible en la Región de Valparaíso, donde además en octubre se vivió el homicidio del sargento Carlos Retamal, apellido que le dio el nombre a la reciente ley promulgada por el Presidente Gabriel Boric.

El último crimen volvió a generar manifestaciones de apoyo en unidades policiales, llamados a cacerolazos y ayer el comercio de Viña del Mar, por ejemplo, despertó con globos negros y verdes en honor al nuevo mártir de Carabineros, que se da en un escenario en que la ciudadanía exige mano dura contra la delincuencia.

"No es fácil"

En ese contexto, uniformados de algunas reparticiones de la zona, desde el anonimato, entregaron su testimonio sobre qué siente hoy un carabinero o una carabinera cuando abandona su hogar para ir al servicio sin saber si volverá o no a reencontrarse con su familia.

Se trata de sentidas palabras donde se cruzan la frustración, la sensación de estar desprotegidos, las críticas a las a veces largas jornadas de trabajo sin una buena alimentación o hasta la necesidad de contar con mayor apoyo en salud mental, sobre todo cuando las situaciones extremas cada vez son más recurrentes.

"Ser carabinera hoy no es fácil: en las mañanas le damos un beso a nuestros hijos y se llenan de orgullo porque su mamá va a cuidar a la gente. Jamás imaginan que a su mamá la va a matar un delincuente y que puedes llegar en un cajón para jamás volver a leerles un cuento", comenta una carabinera, esposa de un funcionario.

"Hoy salimos con temor y es difícil no saber si terminarás tu turno. Somos mamás y al mismo tiempo esposas de funcionarios y es doble la preocupación. Si a tu marido le toca cubrir un allanamiento, una manifestación, esperamos el llamado y no sabemos si será 'amor, terminé, voy a la casa' o 'su marido está en el hospital' y entonces te llenas de angustia".

"¿Vale la pena salir a la calle, combatir el delito y dejar a mis hijos y marido sin su mamá y esposa? Mi hija no se conformará con que a su mamá muerta la asciendan a suboficial mayor o le entreguen una bandera porque nuestros hijos nos quieren a diario con ellos y hoy no les podemos asegurar que regresaremos a casa para abrir la puerta y escuchar el grito de alegría '¡mamá, llegaste!'".

Viviana Núñez es esposa de un carabinero con quien tiene dos hijos pequeños. "Es difícil", asegura, "cuando se vive el juramento de dar la vida si fuese necesario. Cada día hay niños que quedan huérfanos porque sus papás fueron víctima de delincuentes".

"Ser esposa es levantarle la moral porque hoy día sufren, no sé si miedo, pero es trabajar con impotencia porque les están asesinando a sus compañeros. El perro matapacos, refundar Carabineros o que digan que todo antes que paca, hizo un daño irreparable", sostiene Viviana.

Agrega que "día a día" vive " sin saber si mi marido vuelve o no. Cada vez que tiene ronda (patrullajes de noche - madrugada) le pido a Dios que sean rápido las 8 de la mañana y que me llame y me diga que llegó al cuartel. Como esposa, mujer y madre es lo que más pido".

Por su parte, un carabinero, luego de recibir la llamada de su mamá llorando consternada por el crimen del cabo Palma, señala "ni un mes ha pasado y hemos enterrado a tres hermanos de armas... Nos vamos a convertir en el meme 'una cosa es ir a trabajar, la otra es trabajar' porque somos los únicos que en Chile no sabemos si al trabajar vamos a volver en un ataúd o nos vamos a ir presos porque nuestra legítima defensa para algunos ya no es tan legítima. Yo, al igual que 60 mil hombres y mujeres, juré dar mi vida si fuese necesario, pero ¿sabes qué? Me aburrí".

Dejarlos sin papá

Desde otro punto de la región, otro uniformado reflexiona: "Yo no le temo a la delincuencia, mi miedo es que mis dos hijos queden sin su papá. Yo me siento orgulloso del trabajo que hacemos los carabineros porque pese a todo, seguimos combatiendo la delincuencia, pero nos sentimos desamparados, sin apoyo".

"Fui hijo, nieto y hermano de miembros de la institución y la sociedad ya no nos respeta como antes. Pienso que es problema del sistema judicial, las penas blandas, los delincuentes saben que quedan libres, no hay apoyo del Estado ni del alto mando y no existen las herramientas necesarias para el resguardo e integridad física, los vehículos no son blindados como dicen", lamenta el uniformado, indicando que "desde el cargo que ocupo trato de hacer lo que más puedo".

"Mi hija no se conformará con que a su mamá muerta la asciendan a suboficial mayor porque nuestros hijos nos quieren a diario con ellos y hoy no les podemos asegurar que regresaremos".

Carabinera

10 días pasaron entre el crimen de la suboficial Olivares y el del cabo Palma. Hace 23 días asesinaron al cabo Salazar.