Wanderers recuperó el oficio y se trajo un triunfo de oro desde Concepción
El Decano defendió con el alma y pegó en los momentos justos para quedarse con una victoria que además es un tanque de oxígeno.
Santiago Wanderers todavía debe recorrer un largo camino si es que quiere convertirse en un candidato para ascender a Primera División, pero con un triunfo como el de ayer, los trabajos para progresar sin duda que serán más sencillos. El Decano, en un duelo rocoso y trabado, supo pegar en los momentos justos y venció por dos goles a cero a la Universidad de Concepción en Collao.
Ante la obligada ausencia de Marcelo Cañete, quien nuevamente se lesionó, Francisco Palladino apostó por un 4-4-2 sin un volante creativo neto. La apuesta le resultó al uruguayo, puesto que los verdes, a pesar de lo enredado del compromiso, nunca se vieron superados por un poco vistoso Campanil que quedó enterrado en el fondo de la tabla.
Los porteños, que llegaron a la brecha de las 11 unidades en la clasificación, puntaje que todavía no les permite meterse en la zona de liguilla al ubicarse en un todavía pobre undécimo puesto, mostraron un oficio que parecía extraviado en la presente temporada, defendiendo con orden y garra cuando fue necesario, factor clave en una categoría como lo es la Primera B.
De hecho, a los 12 minutos, los dueños de casa estuvieron cerca de abrir la cuenta a través de Damián González, pero Andrés Barboza sacó el balón desde la línea para evitar el tanto amarillo.
Sin demasiada claridad en tres cuartos de cancha, el capitán de los caturros, Carlos Muñoz, se las ingenió para convertir un pelotazo sin intención en una clara chance de anotar, esto luego de ganarle a su marca y definir con potencia a los 34' para acabar con el cero en el marcador. Carlitos volvió a congeniar con las redes y de paso acabó con una racha de 264 minutos sin abrazos wanderinos.
Precisa estocada
En el complemento, el Decano retrocedió sus líneas y apostó por hacer daño a través del contragolpe, plan que si bien fue riesgoso, le resultó a la perfección a Palladino, pues salvo en los minutos finales, la Universidad de Concepción nunca pudo llegar con real peligro al arco custodiado por Fernando Hurtado.
El exadiestrador de Deportivo Maldonado dispuso del ingreso de Matías Plaza a los 72', y justamente el talentoso mediocampista urdió la jugada del segundo tanto apenas 120 segundos después.
Muñoz recuperó una pelota en mitad de cancha con un exquisito taco y el volante casablanquino emprendió carrera y puso la pausa justa antes de habilitar a Joaquín Zeballos, quien definió al primer palo para poner una estocada precisa, profunda y lapidaria a las aspiraciones del equipo comandando por Miguel Ramírez.
A pesar de que el duelo ya estaba prácticamente sentenciado, todavía quedaban dos chances más para la estadística. La primera, una providencial volada de Hurtado a los 89' evitando el descuento; y la segunda una desperdiciada contracarga en que Alegre, Duma y Plaza combinaron pero que el último no definió bien.
12.00 horas de este domingo será cuando el cuadro caturro vuelva a jugar, esta vez visitando a Santiago Morning.