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El rol de la familia en los trastornos alimentarios de niños y adolescentes

El apoyo de nuestro núcleo más cercano es fundamental para poder enfrentar esta problemática que puede afectar a menores de edad. Reconozca las señales de alerta
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Los trastornos de conducta alimentaria, (TCA) son unos de los cuadros de salud mental más complejos y que afectan cada vez a más población infanto adolescente. De hecho, las últimas investigaciones muestran un aumento de casi un 30% de prevalencia en niños y adolescentes, post pandemia.

Los TCA son, a grandes rasgos, diversos trastornos que incluyen un patrón de hábito alimentario o conductas para el control del peso maladaptativas y poco saludables, en los que el peso y la comida dominan la vida de las personas.

Existen varios subtipos de TCA, dentro de los más comunes, encontramos la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa, además del trastorno por atracón, Pica, Teria, Ortorexia, entre otros trastornos del comportamiento alimentario no especificados.

Es importante entender estos trastornos dentro de un continuo de dificultades con el peso y la alimentación, a veces se transita de uno a otro. Una gran parte de la población, puede tener preocupación por el peso, la comida y la autoimagen, en donde siente culpa después de comer, tiene ciertas reglas con los alimentos (solo comer carbs los fines de semana por ej) dividiendo la comida en " buena y mala", y aunque no es un TCA directamente, si es una categoría de problemas con la comida, que los vuelve más vulnerables a poder desarrollar un TCA, esto es especialmente importante en niños y adolescentes, ya que es una de las grandes señales de alerta, que hablaremos más adelante.


¿De dónde vienen los TCA?

Es importante entender que los TCA tienen un origen multifactorial, en el que se van a incluir factores individuales, sociales y familiares.

Cuando las familias reciben un diagnóstico de un TCA en los hijos, tienden a culparse mucho, eso es natural que ocurra, y al mismo tiempo vale la pena hacer hincapié en que estos cuadros tienen múltiples variables, y no se causan solo por una razón. Existen desde factores individuales, como presencias de abuso sexual o experiencias traumáticas, antecedentes genéticos de TCA; sociales tales como, estar inmersos en la cultura de dieta actual, hasta ciertas características familiares que transitan en la rigidez y perfeccionismo al descontrol en las relaciones, entre otros.

¿Qué tienen todos los TCA en común?

Tienen en común varias características, hay que entender que existe un funcionamiento de base, donde frente a determinada situación o evento (interno o externo) y falta de habilidades de regulación emocional, las personas comen para evitar, o calmar lo que sienten; en el fondo, la relación disfuncional que tienen con la comida es una forma de regulación emocional, que produce cierto alivio. Por ejemplo, un adolescente se da cuenta que no fue invitada a una fiesta de sus amigas, comienza a sentir tristeza, frustración, angustia y tener muchos pensamientos difíciles, al no tener modos de afrontar o tolerar la situación, decide tener un atracón de comida, esto la calma inicialmente, pero luego viene la culpa, autocrítica y mucho más, finalmente se va generando un círculo vicioso del que es difícil salir.

¿Cuándo preocuparme?

Tal como expuse anteriormente, existe algo llamado señales de alerta de un TCA, que por separado pueden no significar un TCA propiamente tal, pero que si nos indican que nuestro hijo está teniendo problemas con el cuerpo, imagen y comida, y por ende tenemos que actuar. Dentro de las señales de alerta más relevantes podemos encontrar:

• Excesiva preocupación por el peso o la percepción de "estar gordos".

• Restricciones en la alimentación (saltarse comidas, dejar de comer alimentos, cambios en la dieta, solo light, etc)

• Evitar comer mediante otras conductas (agua, chicle, se excusan de comidas, decir que comieron antes)

• Contar calorías, o informarse en exceso sobre ingredientes de comida

• Conductas sugerentes tca (laxantes, purgas, ayunos)

• Ejercicio excesivo y rígido

• Cambios en el peso

• Interés por cocinar o recetas y no comer ni probar

• Tendencia a ocultar ciertas partes del cuerpo con la ropa

• Chequeos con la ropa, espejos.

• Rituales extraños con la comida (comer rápido, lento, trozado)

• Síntomas Psicológicos: inestablidad, aislamiento, rigidez, irritabilidad. Autocrítica, ansiedad, otros

• Síntomas físicos: trastornos menstruales, anomalías dentarias, lanugo, callosidades nudillo, dolor de huesos, caída de pelo, otros.

¿Qué hago si veo señales de alerta en mi hijo?

Es importante pedir ayuda, estos trastornos mejoran significativamente en pronóstico cuando hay un diagnóstico precoz. El tratamiento de los TCA es SIEMPRE de manera multiprofesional, que incluye un tratamiento psicológico, psiquiátrico, nutricional, y apoyo familiar.

En algunos casos va a ser necesario el apoyo de un terapeuta ocupacional o alguna intervención más intensiva, como hospitalización diurna o total.

Es sumamente importante que las personas busquen profesionales capacitados y actualizados en el tratamiento de los TCA, que trabaje incluyendo a la familia y a la par con los demás profesionales.

Hay algo que me gusta recordarle mucho a las familias, que creo es nuclear en este tipo de trastornos, y es que: la comida nunca es solo comida… que significa esto? Que los tca no son solo comer o dejar de comer, es mucho más que eso, es dolor, es soledad, es sentirse insuficiente, muchas cosas más, por lo mismo, si como padres vemos que nuestros hijos están con conductas de riesgo, abramos la mirada y pensemos: qué más estará pasando con mi hijo? Que lo tiene sufriendo? Esto es muy importante para no caer en conductas de dieta o obligarlos a comer, que además de ser una técnica inefectiva, probablemente va a aumentar las dificultades con la comida.

Sugerencias para la prevención del TCA

Como padres somos modelos a seguir de nuestros hijos, ellos aprenden de nosotros, por lo mismo, una de las primeras cosas que tenemos que hacer es observar nuestra propia relación con la comida y el cuerpo, para poder enseñarles que el cuerpo es algo neutro, es un medio para un fin, el cuerpo nos acompaña para lograr nuestros objetivos en la vida, y a veces no tenemos que amarlo, sino que cuidarlo y respetarlo. El concepto de la neutralidad corporal es algo que como adultos nos puede costar adquirir y tenemos que trabajarlo, además de, por supuesto, el no hablar de cuerpos ajenos y ojalá promover una alimentación intuitiva.

En el momento que vivimos actualmente, es una realidad que las RRSS están presentes en la vida de nuestros hijos, y tenemos que estar involucrados en esto, saber que personas siguen, que contenido consumen, estar atentos y poder ayudarnos a tener un pensamiento crítico al respecto.

Lo más importante es que, si el tema de la alimentación con tu hijo te preocupa, en general es porque hay un problema, escúchate como papá y mamá y pide ayuda especializada. La prevención hace la diferencia.

Silvana Pesce Butrón

Psicóloga Clínica Infanto Juvenil Mg. Psicoterapia Integrativa Formada en DBT, DBTRo y ACT

Especialista en Trastornos de Conducta Alimentaria

Centro Integral de Terapia CENIT

www.centrocenit.cl