No hemos vuelto, desde hace un tiempo, un país intolerante con quienes piensen lo contrario. No sé si es una patología que viene desde atrás, pero sí que aparece en ciertas condiciones del país. Hoy, todos los días se descubre un caso nuevo de corrupción, y esto conlleva el total debilitamiento de la institución política.
Hoy, la gente de izquierda con mayor ahínco no soporta la opinión de la gente de la derecha y viceversa. Esta crisis política nos está acarreando a una polarización similar a la de 1973, donde algunos salían a la calle a combatir a los otros. Por lo menos, hy están las redes sociales que se transformaron en un campo de batalla y que sudan violencia verbal y no física, por lo menos.
El futuro no se ve para nada positivo si se sigue destapando la olla. Los señores políticos deberían hacer un mea culpa, pedir perdón al país en público y continuar su trabajo pero honestamente para engrandecer a Chile. De lo contrario, en 10 años más tendremos a otro general apretándonos el cogote.
Luisa Soto.