Joven lucha para viajar y tratar su cáncer en Cuba
Joaquín Figueroa tiene 21 años y su única posibilidad de sobrevivir es someterse a una intervención quirúrgica en el extranjero.
Joaquín Figueroa es un joven de 21 años. A su edad debería estar pensando en qué pasos seguir para terminar su carrera o en un carrete que se avecina el próximo fin de semana.
Sin embargo Joaquín tiene una preocupación mucho mayor: su vida. Y es que al joven le detectaron hace un par de años leucemia linfoblástica aguda, lo cual lo puso en un camino que nadie quiere recorrer.
"Me detectaron la leucemia y en septiembre del año pasado me hicieron un trasplante de médula, la cual parecía ser la única opción para seguir con vida", señala Joaquín, quien en primera instancia reaccionó bien al procedimiento.
Sin embargo, hace dos semanas y tras un control con sus doctores en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, recibió pésimas noticias.
"Se supone que estaba todo relativamente controlado, pero el cáncer volvió en forma más agresiva", señala Joaquín, a quien los doctores le señalaron que la enfermedad había vuelto en un 83%.
"Fue una pésima noticia y ahora estoy contra el tiempo. Los doctores me señalaron que ya en Chile no había un tratamiento para mí. Como paciente del Auge tengo derecho a un sólo trasplante de médula y ya me lo hice durante el año pasado".
Joaquín tiene ganas de vivir y de continuar con sus estudios, por eso es de suma importancia que su cáncer sea tratado de forma urgente.
"Yo estudiaba Derecho en la Universidad Andrés Bello, pero dejé los estudios hace un par de meses. Quiero retomar, pero quiero estudiar Pedagogía en HIstoria en la Universidad de Playa Ancha o la Universidad de Valparaíso", señal a Joaquín, quien tiene claro que lo que menos puede perder es tiempo.
"Estoy planificando tratar mi enfermedad en el extranjero porque lamentablemente acá en Chile no me dan una solución. La gente común y corriente que utiliza el Auge está condenada a no poder sanarse", dice Joaquín, quien agrega que "ahora nos encontramos juntando dinero para poder costear el viaje que lo más probable será a Cuba. La idea es que me pueda tratar lo antes posible".
Según lo que señala Joaquín Figueroa los tratamientos que le ofrecen en Chile son paliativos, es decir mantienen la enfermedad controlada por el momento, pero cualquier descompensación podría ser fatal.
"Vamos a comenzar con quimios muy cortas y con transfusiones de sangre, pero si algo falla puede ser mortal", dijo el joven de 21 años.