A contar del 16 de marzo pasado, el Centro de Sangre de Valparaíso inició una campaña denominada "No des la mano, pon el brazo", destinada a concientizar a nuevos donantes de sangre, siempre pensando en el cuidado y prevención del COVID-19 a los voluntarios.

Con un déficit de 50% de donantes, respecto al año pasado. El Centro de Sangre porteño ubicado en Blas Cuevas 985, subida El Litre, pretende recuperar sus cifras y por eso ofrece traslado completo a los dadores que estén interesados en donar sangre, considerando en que los interesados deben agendar día y hora, además de una entrevista vía telefónica previa.

Pablo Pardo, jefe de planificación y promoción del centro de sangre de Valparaíso, sostuvo que dada la contingencia sanitaria la gente no está yendo a donar sangre, menos en recintos hospitalarios, lo que ha complicado la reserva de sangre en toda la zona norte y centro, quedando solo para casos de vida o muerte.

"En estas semanas de campaña la respuesta ha sido positiva. Destaca el interés de la gente joven por cooperar siendo el rango etareo más recurrente entre 26 y 30 años, seguido por el segmento de 21 a 25 años", explica Pardo, quien enfatiza que los voluntarios que deseen donar sangre deben contactarse previamente al centro.

"Se ha ido a buscar donantes de Casablanca, Villa Alemana, Concón, ese el rango de distancia que manejamos. El traslado es un furgón con capacidad para 9 personas, pero para resguardar la distancia ahora el máximo es 5 personas", destaca el tecnólogo médico Pablo Pardo.

Agendar

Quienes deseen ser donantes, deben agendar una hora llamando al (32) 2571678o comunicándose en las redes sociales de Instagram @centrodesangrevalparaiso o Facebook @centrodesangrevalpo. En lo posible es conveniente ponerse de acuerdo con vecinos o amigos para facilitar los traslados al centro y cumplir con los requisitos sanitarios y de edad, peso y conducta sexual responsable.

En Valparaíso se totalizaron 706 donantes voluntarios durante marzo pasado, mientras que el 2019. mismo mes fueron 1.250.

Erika Rojas Salazar

Dentro de Sudamérica, Ecuador se lleva por lejos el número 1 en materia de contagios y fallecidos por cantidad de habitantes debido al coronavirus. De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, se han reportado 120 fallecidos, 3.163 contagiados, mientras que los casos sospechosos se sitúan en 3.302 y los "fallecidos probables a nivel nacional" (no confirmados médicamente) en 78.

Imágenes de morgues saturadas, con algunos cadáveres en la calle y hasta siendo incinerados por algunos ciudadanos han dado la vuelta al mundo. Sin embargo este panorama solo se centra en la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil y posee el triste récord de 60 muertos y 1.937 infectados (1.301, solo en la capital de la provincia). Según los medios locales esta cifra no incluye toda la gente que ha muerto sin que se le haga el test para comprobar la presencia del virus.

Todo es verdad

Mauricio Vicencio, de madre ecuatoriana y padre chileno, vive en Quito hace 8 años. "Mis abuelos migraron a Ecuador el año 75, con mi papá niño, aquí él conoció a mi mamá. Mi papá regresó a Valparaíso llevando a mi mamá (ecuatoriana) en los 90 . Después de una vida dura, con problemas familiares y de salud, ellos decidieron regresar a Ecuador el 2012 y yo decido venirme con ellos", confiesa el joven.

"Sobre lo que se ha visto en la televisión sobre los muertos, puedo afirmar que todo es cierto. En Guayaquil se vive una pobreza extrema y las medidas de seguridad no sirven debido a que muchos no tienen agua en sus hogares y ni siquiera pueden lavarse las manos (...) ahora la idea es decretar toque de queda todo el día, pues la situación está sobrepasada", señala Mauricio.

El joven porteño agrega que "yo acabo de hablar con un amigo y su hermana falleció el martes. Todavía no pueden darle entierro y lo que están haciendo los vecinos es quemar los cuerpos por miedo al contagio. Hay fotos y videos terribles, ya ni siquiera saben donde están los cuerpos".

Al súper por dígito

Francisca Aguilar es limachina y suma dos períodos en Ecuador. El 2011 se fue por 6 meses y se quedó por 6 años, luego retornó a Chile y en diciembre pasado decidió retornar a Quito para establecerse de manera definitiva. Periodista de profesión, pero una emprendedora en potencia, Francisca pasa sus días bailando hip-hop y entrenando a las personas para sacar su máximo potencial.

"Trato de no ver mucha televisión, pero el miércoles tuve llamados de Chile preocupados por el horror que se mostró en las calles de Guayaquil. Acá en Quito todo es más tranquilo. La gente, al ser de montaña y no caribeña como en Guayaquil, es más respetuosa de las medidas", sostuvo Francisca, quien indicó que el otro día fue a surtirse a un supermercado y la bañaron en alcohol, además de respetar su turno de compras de acuerdo al dígito del carnet.