Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso.

En el desarrollo de la pandemia de coronavirus que vive el mundo, donde se ha hablado ampliamente que la población de adultos mayores podría ser una de las más afectadas por contagios o fallecimientos, el Centro Gerópolis de la Universidad de Valparaíso (UV) ha advertido "una cosificación" y una serie de "prejuicios" respecto de la tercera edad, grupo etario que a ojos de expertos ha llegado a ser considerado "algo prescindible" por la sociedad.

Viviana García, directora de Gerópolis sostiene que la forma en la que día a día las autoridades que reportan los nuevos balances de COVID-19 se refieren a los adultos mayores da pie a "estereotipos negativos" como "la enfermedad, la vulnerabilidad, la fragilidad y el deterioro. Efectivamente hay una situación de vulnerabilidad en un porcentaje de la población mayor, pero es importante tener en cuenta que en esta etapa de la vida existe una gran heterogeneidad", explica la gerontóloga.

No infantilizar

García también plantea que la pandemia ha manifestado una tendencia a infantilizar a las personas mayores. "He visto noticias sobre cómo convencer a los adultos mayores a no salir de sus casas o cómo enseñarles a cumplir con las medidas de prevención. Es muy importante cuidar a quienes nos rodean, pero siempre respetando su autonomía y derecho a tomar sus propias decisiones", afirma.

En ese sentido, la experta advierte que efectivamente la tercera edad está asociada a "pérdidas", sobre todo físicas, pero por otro lado apunta a que "también es una etapa de ganancias, desde el punto de vista de las experiencias y conocimientos adquiridos. La vejez no es sinónimo de enfermedad, es cierto que es un periodo relacionado con pérdidas, pero también genera una serie de ganancias".

Eutanasia

Por otra parte, la coordinadora de Programas de Gerópolis y doctora en Antropología Social, Alessandra Olivi, dice que en el actual escenario "vejez parecería ser sinónimo de algo prescindible, comunican que ha muerto una persona mayor como si fuera una pérdida menor, no tan relevante. Llegamos casi a una cosificación de la persona mayor, tratada como un objeto viejo y roto, entonces ahí efectivamente se desvirtúa toda la visión de derecho a la vida y a la igualdad".

Olivi agrega que si bien en algún momento se llega a la muerte, "no hay una fecha de vencimiento, por así decirlo, cada sujeto tiene su propio ciclo de vida" y en cuanto al manejo compasivo que se ha aplicado en el caso de algunos fallecidos, la experta sostiene que "es una forma de permitir la eutanasia pasiva -que es ley desde 2012 en Chile- pero sin mencionarla. (…) Creo que es necesario tener más información acerca de qué se entiende por muerte compasiva y cómo se está llevando a cabo, porque en algunos casos puede ser más humana la eutanasia activa que la pasiva", aseveró Olivi.

Karen Reyes se enfrentaba a una situación muy compleja. Trabaja en el rubro de las verduras y frutas, haciendo repartos a restaurantes y universidades, todos esos establecimientos que están cerrados hace varias semanas. Estaba ganando cero, y tuvo que reinventar su servicio para salir adelante.

Hace tres semanas que la distribuidora R y R hizo su estreno en el escenario del delivery. "Nos cerraron todo, está muerto el turismo. Todo partió con el boca a boca. Primero lo comenté con una mamá del colegio y ahí empecé con los apoderados del curso y ahí se fue esparciendo la voz", recuenta.

Explica que no quería dejar sin trabajo a los diez trabajadores que colaboran con ella, así que empezó a rebuscarse para seguir generando ingresos hasta llegar a este punto.

En una camioneta, donde se cargan todos los vegetales y frutas, se hacen los repartos, principalmente en Valparaíso y Viña del Mar, pero también se agendan visitas semanales a Curauma.

"Vamos a cualquier cerro de Valparaíso, al que me pidan, sin monto mínimo. A la gente le gusta eso, aparte pueden pagar con transferencia por todo esto de la salud que está pasando. No usamos bolsas plástica", promociona.

Los productos que reparte en la camioneta son enviados desde el interior de la región, específicamente de las comunas de Limache y Quillota.

"Yo antes trabajaba con envíos desde Santiago, el sur y el norte, pero en este momento no traigo nada de allá, nada que no sea de la zona. Eso es por seguridad y porque en estos momentos uno encuentra acá los mejores productos, y como está el tema de la pandemia, uno tiene que saber con certeza qué es lo que está comiendo", explica.